miércoles, 28 de julio de 2010

AL ALBA

*
A mi padre que hoy viaja hacia la luz

Al alba
se ha rasgado mi corazón
en la niebla del estío.

Y todas las sílabas sonaban guturales,
más allá de la luz.

Al alba te has ido
pronunciando mi nombre
sabiendo que esto no es un adiós,
sino tan sólo un hasta luego.


Ana Muela Sopeña

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Que su luz se prolongue también hacia esa piel que lo embarcó en el amor: Su familia. No sin ese tramo de dificultad y esfuerzo; ellos siempre, nuestros mayores, nos entregan algo, posponen otros albas para alcanzar también nosotros plenitud.

Que su deseo os llene de paz

Ana, esa impotencia en la voz, silencio que rodea la palabra, la llevamos en nuestro corazón, aunque no lo podamos expresar, contiene una partida, pero un nuevo comienzo con él.

Mucho ánimo, y recibe todo mi apoyo

Miguel Iñiguez

perfecto herrera ramos dijo...

Recibo este poema con consternación, pero no por tu padre. Él ya tubo sus días. Sino por tí, por tu familia.
Que la luz hacia la que camina os ilumine y os fortalezca. Él vivirá en vuestros corazones. Aunque todo este preparado para la marcha, aún no se ha ido. Aún no.

Ana, cuenta con mi apoyo y mi cariño.

Un abrazo, amiga mía.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Miguel, por estar ahí, por tu amistad.

Recibo tus palabras con agradecimiento.
Un abrazo, amigo
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Perfecto, tienes razón. Hay todo un proceso de marcha.

Gracias por estar ahí, gracias por tu amistad y apoyo.

Un abrazo desde el corazón
Ana

Unknown dijo...

Te acompaño en silencio, meiga, a tu lado, abrazado al dolor que te acompaña.

Un beso grande
Manuel

PEDRO PÉGLEZ GONZÁLEZ dijo...

Querida amiga: Siente en tu hombro la mano fraterna de este poeta que sabe muy bien lo que es ese dolor. No más palabras. Fe y adelante, para que puedas ayudarlo en su viaje hacia la luz. Beso tu mano. Péglez.

Ío dijo...

Lo siento, Ana.
Te ofrezco un abrazo para tu corazón, y un beso

Ío

Rosa Iglesias dijo...

Mi querida Anita
Viajando hacia la luz, tu padre,
se vuelve uno con ella

Amiga mía, cuánto dolor nos cobran estas despedidas forzosas
Te abrazo con el alma, mi dulce poeta

Te quiero Anita Muela y gran parte de tu dolor se hace inevitablemente, también mío

Rosa

Ana Muela Sopeña dijo...

Manuel, sabes cómo estoy y tu apoyo es muy valioso para mí, lo sabes.

Un abrazo de meiga
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Péglez, por tu acompañamiento en estos momentos tan especiales y duros para mí...

Un abrazo
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Ío, por tu abrazo y por tu apoyo.

Un abrazo agradecido
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Rosa, gracias por acompañarme en estos momentos de tanta tristeza e intenso dolor.

Gracias, amiga...
Ana

juanjosecautivo dijo...

Hay ocasiones donde el hombro es vital, ocasiones donde los caminos se abrazan aún caminando lejos... ocasiones como este que uno se acerca para acompañar y estar... el dolor es de humanos y pesa menos si lo llevan dos y pesa mucho menos si lo llevan más... he aqui mi hombre para poder aliviar un poquito ese peso, si me lo permites... Ánimo Ana, es un hasta pronto... de eso se trata la vida... Un abrazo y que estos días de sal... se diluyan sabiendo que en el recuerdo vuestro padre siempre vive... sólo morirá si llega el olvido y sé que nunca será eso, mientras vivas...

Un abrazo hasta alli.

Juan José

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Juan José, por tus palabras.

Un abrazo luminoso
Ana