sábado, 21 de agosto de 2010

REFLEJO DE LOS SUEÑOS POSTERGADOS

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- ¿A quién amas?

- Amo el reflejo de los sueños postergados en los ojos de la gente.

- ¿De dónde vienes?

- Vengo de un mundo donde todo es de oro y plata y en mi castillo rojo cultivo la orquídea de la visión.

- ¿Adónde vas?

- Me dirijo a un destino sin agua, como una travesía del desierto, con esas caravanas de la luz que marcan los rituales de la noche sin tiempo.

- ¿ Y qué deseas?

- Tan sólo ser una partícula del viento, compartiendo la nada con el círculo y el todo con los árboles, para sobrevivir tras la hecatombe.

- ¿Y cuál es el código?

- Mi código son letras en la arena y jeroglíficos de niebla, ideogramas de luna y la caligrafía de las lobas.

- ¿En qué idioma transcribes los mensajes?

- En la lengua que pacta con raíces y con cuevas, que transgrede los márgenes del mundo y soluciona enigmas en la bruma, con esas matemáticas sagradas que aguardan el consejo de los sabios.

- ¿ Pero a quién amas cuando sube la marea?

- Al espejo sin ruido que protege mi utopía en las briznas de hierba con aulagas y al hombre misterioso que me observa desde un faro tranquilo en la tormenta.

- ¿ Y cómo es la visión de medianoche?

- Una palabra etérea que transforma el mundo en luz...


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Unknown dijo...

Una palabra etérea que transforma el mundo en luz...

Sí, así es la visión de medianoche. Y así es el reflejo de los sueños postergados en su abecedario.

Magnífico poema, meiga.

Un abrazo de sueño
Manuel

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Manuel, por pasar y dejarme tus palabras.

Un beso de meiga
Ana