.....Camino por las calles melancólicas entre la lluvia fina de la tarde y deslizo mis manos sin escudos por los bolsillos cálidos de mi chaqueta roja. Contemplo fijamente muchos escaparates de las tiendas, donde las cosas tienen puesto el precio y parece que todas han nacido para hacernos la vida más amable. Pero todo es visión de medianoche, porque pensando bien concluimos que todo es prescindible. Artículos que saben a la gloria, en realidad no pueden seducirnos. Sabemos que se precian de ser algo, pero lo innecesario es casi todo. Me enredo en las aceras de la ciudad dormida en laberintos y diviso tejados con los gatos que se reflejan sabios en las nubes.
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Ana Muela Sopeña
4 comentarios:
Muy bella, mágica poesía...
Beso.
Es cierto Ana,la inmensa mayoría de las cosas son innecesarias,nos encaprichamos por tonterias,que al final van a un cajón.
Que te sea agradable el próximo paseo
Un abrazo
Gracias, Soco, me encanta que el poema te haya gustado.
Un beso
Ana
Así es, Estrella, las cosas o al menos muchas de ellas suelen ser innecesarias.
Sí, el próximo paseo será intenso.
Un beso
Ana
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