CALIGRAFÍA DEL SILENCIO

*
Ella va recorriendo las aceras
y entre árboles de calles derruidas
ve los gatos con hambre,
en la ciudad nocturna.

Se sumerge en la niebla de los sauces
y anota en el cuaderno de los sueños
los detalles de un mundo
casi oculto,
en la caligrafía del silencio.

Las plazas y portales se despiertan
a esas sensaciones de catarsis
de estar vivo en las cuevas de la muerte.

Ella corre desnuda, sin relojes,
por la urbe sonámbula,
para llegar de nuevo a la visión
adormecida en luces que habitar.

Las sombras mortecinas que dejan las farolas
en la quietud del viento
esperan entre lágrimas y círculos
esa desolación de los que buscan
y encuentran solamente
el vacío en penumbra
de habitaciones solas.

Deshabitados cuartos sin raíces
donde la soledad se va adueñando
de moradores de humo,
en los umbrales blancos del mutismo.

Ella va deambulando
bajo alféizares grises
en la cartografía del abismo,
para sentir que todo es fingimiento
en las horas abiertas a lo extraño.


Ana Muela Sopeña