viernes, 26 de noviembre de 2010

CARCELEROS

*
Ellos dicen que aman
pero van enjaulando con palabras
a sus víctimas del frío.

Se pasean con llaves por pasillos
controlan los teléfonos, las puertas,
las agendas, los móviles, las sábanas,
la ropa, los relojes y las frases.

Ellos dicen que todo lo que hacen
es por el bien del otro...,
pero todo es mentira.

Les gusta castigar,
meter entre las rejas a la gente
y así se van contentos a la cama.

Manipulan las horas y los días,
los meses y los años,
nadan entre sobornos y chantajes
y van minando al otro
hasta que ya no sabe ni quién es.

Los carceleros saben de la angustia
y sus víctimas crecen
en esa desnudez, hambre y exilio
de las prisiones lóbregas.

Sus casas ya no tienen luz ni agua,
toda la oscuridad se va adueñando
de las almas dormidas,
entre la muerte cruel o la desidia.

Caminan como zombies por los cuartos
de la desolación y la locura.

Parejas y familias que en el nombre
de un dios desconocido que es demonio
se cierran con candados a la vida
y se ponen grilletes para ser.

Mujeres, hombres, niños,
se meten en las jaulas
de hierro, cobre, acero y dobles vínculos.

Los carceleros saben que la angustia
es el noray de muchos seducidos
por esa soledad y ese vacío
que flotan en al aire del marasmo.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Adolfo González dijo...

Me gusta mucho, Ana. Te sigo leyendo siempre como un placer y un lujo.
Un abrazo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Adolfo, por pasar y dejar tu huella.

Un abrazo
Ana