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Pronuncio nuestros nombres
mientras me besas siempre entre las cuevas.
Adjetivos de luna
son los que templan nuestro abrazo.
Pronombres escondidos
en la arena
van sellando los roces de tu piel
y los verbos amados del silencio
son caricias que saben de los túneles.
Artículos que imitan alaridos
presencian la fusión de nuestros cuerpos.
Conjunciones aladas de los bosques
con salvajes miradas en el agua
se presentan desnudas en escritos
y las preposiciones de la sombra
son la contemplación del sueño inquieto.
Los adverbios sumidos en la luz
son protección de mundos abisales.
Interjecciones libres
permiten que los labios no se agrieten.
Nuestros segundos son
de nombres y de besos sumergidos
en los lagos que guardan el perfume.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Precioso recorrido de metáforas gramaticales, Ana, un poema de gran coherencia y altura lírica.
Abrazos
Juan, me agrada que este poema metapoético te haya gustado.
Un abrazo desde la poesía
Ana
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