jueves, 11 de noviembre de 2010

NUESTRO NEXO

*
A Eduardo Apodaca, en el cuarto aniversario de su muerte

Aún recuerdo tus paseos solitarios
en la ciudad tan fría,
mientras la lluvia cae en su conjuro,
sobre la superficie
de la extraña soledad.

La poesía era nuestro nexo
también los pájaros, ardillas, petirrojos
y los muros
que permitían ver paisajes
entre la niebla diluida del invierno.

Un hombre por las calles nos miraba
y proseguíamos el rumbo de las nubes
hacia la búsqueda perpetua
del crisol de las edades.

Los años han pasado,
la orfandad del silencio reside en mi interior.

Habito en la penumbra sin cimientos
de un tiempo consagrado a la palabra

y te recuerdo siempre por las noches
inundado del alba y las cenizas.

Resurjo del origen primigenio
ofreciéndote las sílabas secretas
en un cáliz de luz y de obsidiana.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Manuel dijo...

Hoy no te dejo palabras, sólo un beso.

Manuel

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Manuel, por pasar y por acordarte...

Un beso de luz y poesía (de meiga)
Ana