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Un segundo contigo es siempre bello
por tu sonrisa llena de otros mundos,
por tu cálido abrazo que me ampara,
por las lunas de hielo que se funden.
Un minuto contigo es paraíso
por tus besos que saben a café,
por tu intensa mirada que me nutre,
por tu calor que cura mi orfandad.
Una hora de ti es un dulce fuego
por tu instinto desnudo en clan de lobos,
por tus dedos que pulsan mis resortes,
por tu voz resonando en mi interior.
Vivo el microsegundo entre tu piel
que me conecta a muchos universos
y me obsequia con todas las galaxias
consagradas al cuántum creador.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Aquí he disfrutado del discurso y de la cadencia de los versos medidos. Besitos.
Tadeo
Gracias, Tadeo, por tus palabras tan amables.
Un abrazo desde la luz y la poesía
Ana
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