*
Emergen las visiones
en palabras que saben de lo oscuro.
Me relatas el mundo
en tu historia biográfica que huye
de precipicios negros de peligro.
La memoria se abre
a la herida profunda
que en latidos lejanos va cerrándose.
Somos como la arena de un reloj,
caemos en el vértigo
de una desnudez sin artificios
y yo sólo te escucho
en el lado del sueño protector...
Ana Muela Sopeña
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