UN TIEMPO FRACTAL

*
En los espejos de penumbra
habitan los espacios más caóticos,
donde
un tiempo
fractal
seduce al alba.

En los bares las luces nos saludan
como seres de sombras clandestinas.

Y nos rozan la sal, azufre y agua
al devorarnos solos, sin destino.

Ocupados en horas de la noche
los relojes nos hablan de raíces,
mientras la luna estrecha nuestro anhelo.

Caminamos a oscuras, sin escudos,
por las calles vibrantes de la ciudad dormida.

En los escaparates de las tiendas
una complicidad en la locura,
mientras tu mano suave se desliza
por mi cintura ávida de ti.

De nuevo entre las rutas
los cristales de un mundo evanescente
nos invitan a ser
un poco más auténticos
en la cartografía de las plazas
y en portales sin pánico
que arrancan nuestras máscaras.


Ana Muela Sopeña

BIOGRAFÍA

*
A ti, voz de la noche,
que te ocultas en antros de película,
para soñar que existes en el mundo.

Te dedico estas letras silenciadas
por esa biografía tan intensa
que despacio se abre al universo.

Un hombre caminaba
por las calles solitarias
de la ciudad terrible en noches sórdidas.

La vida parecía
un iceberg desnudo y censurado.

Apareció una diosa con piel de lapislázuli.

La adoraste sin prisa,
con árboles de fuego en la conquista.

Y sucedió que todo fue visión
en medio de la luna y sus mareas.

La diosa pudo irse
por caminos distintos
y dirigir sin miedo su futuro.

Con los ojos vacíos
seguiste rutas ebrias
de antigüedad
y nudos en penumbra.

Un noray te ata siempre al tiempo impuro,
para creer que existes en la carne,
para encarnar en cuerpo de metal
o seducir cantando
en las horas arcaicas del perfume.


Ana Muela Sopeña

SOMBRAS NOCTURNAS

*
Como animal en penumbra
persigo el rastro azul de tu mirada.

Como lobo de las calles
inicias con mi cuerpo los rituales
del simbolismo fértil de la luna.

Somos sombras nocturnas al acecho
y buscamos el sol de la belleza.


Ana Muela Sopeña

CON ALAS DE CEMENTO

*
Debí triunfar con alas de cemento,
pero eran de éter cálido.

Caminar por las calles con escudo,
pero sólo llevaba
la túnica del viento en la penumbra.

Atesorar riquezas con mis manos,
mas sólo una cascada de belleza
era mi posesión más apreciada.


Ana Muela Sopeña

SOY LA SOMBRA

*
Yo soy la sombra
de los espacios invisibles
que se oculta sin pánico
en la raíz sin horas
de mandrágoras blancas y desnudas,
en las aguas inciertas de tu cuerpo.

Soy el reflejo del calor de las auroras
sumergido en crepúsculos sin margen,
en espejos sin alma.

Soy ese túnel de salida hacia la luz,
donde se estrecha el límite del vértigo
en la visión de un mundo sin presagios.

Soy la respuesta de los vientos ignorados
en los días sin alba,
cuando todo se hace eco
del retorno imposible a la niñez.

Soy la silueta de la luna en su guarida,
en el cristal de un reino
imantado por hadas y por elfos.

Yo soy la escarcha de los pétalos soñados
que se atreve a gritar en el silencio.


Ana Muela Sopeña

ACOLO (Poema de Andrei Langa)

Que descanse en paz tu padre,
Andrei

Acolo unde morţii respiră
prin porii pământului mut
cresc lumânări de argilă,
stinse destul de demult.
Unde-a fost cândva o livadă
şi fire de viţă-de-vie
vin viii ca să-i revadă
pe cei dispăruţi, din sicrie.
Aprind lumânările toate,
apoi rând pe rând se prefac
în firavă viţă-de-vie
sau corp protector, de copac...


Andrei Langa


*****

ALLÁ

A Ana Muela Sopeña

Allá donde todos los muertos
respiran por los poros terrestres
crecen las velas de arcilla
que ya están apagadas.
Donde había una huerta
y además muchas viñas
vienen ahora los vivos
para ver a los muertos.
Encienden todas las velas,
y, sin saber, se transforman
en viñas recrudescentes
o en árbol frutal, protector...


Traducción del rumano al español por Andrei Langa


*****

Permíteme dedicarte este poema bilingüe, publicado en mi blog personal:

http://www.barometrubasarabean.blogspot.com

Gracias, Andrei, por dedicarme este poema en bilingüe, hoy que se cumplen dos meses de la muerte de mi padre.

EN EL SUR DE LOS INSOMNIOS

*
Las palabras no pueden definir
el hilo de la vida
imantado en el sur de los insomnios.

Las sílabas no saben de preguntas,
ni de esperas
en sombras en el agua.

Una frase proclama
las híbridas raíces de los túneles.

Las palabras construyen edificios
en ascensores negros.

Las sílabas diluyen la verdad
en calles detectadas por la lluvia.

Una frase es un código de honor,
en años consagrados al maíz.


Ana Muela Sopeña

DULCE LA ESPERA

*
Dulce la espera
de la luz traicionada.
Versos en sombra.


Ana Muela Sopeña

GRACIAS, MI VIDA

*
Gracias, mi vida:
por ser ese conjuro que me nutre,
por ser la protección que me ilumina,
por tu fuente de luz incandescente.

Gracias, amor:
por tus palabras siempre tan auténticas,
por huir del sol negro de mi mano,
por ser luna en penumbra de mis sueños.

Gracias, cariño:
por estar en mi onda, en el vacío,
por rozar con tus dedos mis insomnios,
por invocar los lobos de mi bosque.

Gracias por todo:
por el agua que mana de tu mundo,
por el fuego ancestral que nos fascina,
por la tierra de lujo en tus visiones,
por el aire sagrado del hechizo.

Gracias por ser:
por existir desnudo entre los túneles,
por ser mi espejo nítido en los vórtices,
por amar en silencio a cada instante.

Gracias por nada:
por viajar con mi sombra por las noches,
por abrazarme entera sin preguntas,
por esperarme siempre sin relojes.

Gracias eternas:
por saber que yo existo y demostrármelo,
por buscarme en las horas del crepúsculo,
por hacerme partícipe de ti.


Ana Muela Sopeña

INVENTARIO DE SOMBRA

*
Inventario de sombra en el silencio,
cuando la luna cruel
destapa laberintos con aulagas.

Un túnel en penumbra
acaricia la piel de las violetas
en bosques consagrados a la diosa.

La muerte no se olvida de nosotros
y se cobra sus víctimas
en relojes de arena solapados.

Los códigos ocultos de la noche
nos recuerdan que todo tiene un fin
y nuestro dulce tránsito por la Tierra de fuego
es sólo una estación
de paso hacia las líneas de la luz.

Abismos de azabache en la distancia
de lluvia que delata nuestro intento
de ser cocreadores
del cosmos sideral.


Ana Muela Sopeña

CUANDO PENSABA DILUIRME

*
Justo cuando pensaba diluirme
en la nada del tiempo más atroz
apareciste tú, con tu sonrisa protectora.

Un instante de bruma en la nostalgia
me reflejó que aún había alguien
capaz de sumergirme en el abrazo.

Los pájaros de sueño desterrados
me hicieron contraseñas:
palabras de esperanza
en la oscuridad más infinita.

Imanes de la tierra
se hicieron eco de nosotros,
brindándonos
la vibración oculta no cifrada.

Ojos de la galaxia en el azul
me miraron con pulsos invisibles,
mientras tú susurrabas
las sílabas sin sombra,
para amparar despacio
mi soledad de mundos sin raíces.


Ana Muela Sopeña

INVENTARIO DE LUNA

*
Te he traído los pájaros de lluvia
en mis manos de niña.

Te he dado un ánfora de plata,
para guardar tus lágrimas
en la historia esencial de las auroras.

Te he aportado
el instinto de un sauce de silencio.

Te he ofrecido el mar
asombrado en la ola delicada.

Te he iniciado en rituales
de diosas embriagadas y desnudas.

Te he obsequiado con la luna
envuelta en los suspiros de la noche.


Ana Muela Sopeña

INICIACIÓN

*
Línea de fuego
de tus ojos de mar.
Iniciación.


Ana Muela Sopeña

DESEO SUBTERRÁNEO

*
I

Calles escondidas de la ciudad sin nombre, en vocablos ocultos por la lluvia y tu voz recorriendo mi piel lúbrica bajo el signo de Urano.

II

*

Parajes desolados en cuerpos que conocen el exilio, en la luna que hechiza al llanto silencioso de la noche.

*

III

Tu espacio tenebroso en mi guarida, mi gruta consagrada a tus misterios.

*

IV

Una luz penetrante
en la línea que surge de los sueños.

V

Restauración de sílabas divinas en el círculo atávico del mundo.

VI

Un lobo solitario
aullando en las aceras del destierro
y mis ojos que nutren
a la ciudad vacía en su matriz.


Ana Muela Sopeña

UN DÍA MÁS

*

.....Ahora que le he tomado el pulso a la noche tengo que regresar al orfelinato de la niebla. Tú me esperas con tus brazos protectores y me susurras frases inconexas que no puedo entender aunque me esfuerce. El insomnio me asalta sin raíces y te pido tan sólo un día más.

*
*
Ana Muela Sopeña

VISIÓN OCULTA

*
La
luz
del
alba,
mi
perfume
almizclado.
Tu
piel
sin
máscaras.

Tarde
de
lluvia,
la
belleza
en
los
párpados.
Melancolía.

Noche
de
lobos,
los
espacios
secretos.
Visión
oculta.


Ana Muela Sopeña

RITMO DE SONÁMBULOS

*
Lúdica tu manera de mirarme
en el ensueño suave de septiembre.

Entramados de niebla vespertina
entre los sauces níveos.

Sagrados los rituales
que evocamos desnudos cada noche.

Un ritmo de sonámbulos
nos seduce sin trabas, en penumbra.

Cuando pienso en tus ojos del océano
me derrito sin frío entre las sábanas.

El olvido es la muerte de los hombres,
la invisibilidad de las mujeres.

Un instante de bruma en el silencio
me
recuerda
que
todo
es
un
intento
de plasmar la memoria en esta Tierra.

Azabache en mi piel de lluvia inquieta,
malaquita en tus dedos.

Las piedras nos ayudan con sus códigos
a soportar distancias infinitas.


Ana Muela Sopeña

TU LUJURIA

*
Tu lujuria me tiene enfebrecida,
más allá de la noche,
con el secreto alado tan oculto
que nos hace sentirnos como reyes.

Esta pasión que nace cada instante
me devora sin pausa, entre calima,
y me lleva por cauces de belleza
hacia túneles suaves de impostura.

Una hora de ti es como una vida
endulzada por vientos ignorados,
en un tiempo de amor y de cerezas.

Una hora de mí es tu medicina,
para soñar despierto que estás vivo
con el asombro nítido, perpetuo.


Ana Muela Sopeña

LA CIUDAD ENCANTADA

*
La ciudad encantada
en la noche se vuelve de madera,
para albergar hechizos de la diosa del mar.

De la zona abisal
peces sin forma
y palabras amadas por las algas.

La soledad por calles
nos permite saber de otros espacios,
donde los hombres aman sin lujuria
y las mujeres mienten, por si acaso.

Se desliza la lluvia por aceras
con gentes condenadas al asfalto
y experiencias dispersas sin un nombre.

Las plazas sabedoras de lo oscuro
contienen la belleza universal
en sus rincones blancos de ceniza.

Los muertos olvidados
se pasean despacio por los parques
y avisan con susurros del abismo.

La urbe duerme en brazos de los dioses
en mausoleos llenos de violetas
y aguarda a que el crepúsculo de fuego
se lleve la nostalgia hacia otra parte.


Ana Muela Sopeña

EN JEROGLÍFICOS

*
En jeroglíficos,
la penumbra del agua.
Sueño infinito.


Ana Muela Sopeña

MUJER EN SU GUARIDA

*
La mujer en su guarida
está quemando mi carne
que abrasada con tu miel
sale a saludar al viento.

En el camino del Este
te veo solo, exiliado,
abriendo al sol negro el mundo
de tentaciones oscuras.

En senderos seducidos
por las nubes del crepúsculo
el instinto de la tierra
nos conduce a laberintos.

En los márgenes de acero
un reloj marca la hora,
para soñar sin un límite
que somos el mismo espíritu.


Ana Muela Sopeña

DIOSA DE TU CARNE

*

.....Tus manos recorriendo mis rincones en espacios de sol y de deseo. Mi boca en precipicios de tu piel, anhelando ser diosa de tu carne. Mi mundo enamorado de tu tiempo que se rompe en el mar de la lujuria. Mis ojos sumergidos en tu bosque donde un elfo recoge muchas moras. Tus párpados de luna en mi lascivia, ahuyentando a reptiles peligrosos. Una loba que busca la morada en el centro de un círculo de rosas. Un lobo descifrando el universo de galaxias sin número y dispersas. Animales de niebla repartidos por rectángulos rojos, sin un límite. Mi cuerpo consagrado a tus rituales, para hacer de tu esfera un lugar único, de tus letras de fuego espacio cósmico y la matriz del viento en el enigma esperando a la gruta más anónima.

*
*
Ana Muela Sopeña

JEROGLÍFICOS DE ARENA

*
Jeroglíficos de arena
sobre playas de penumbra,
en la tarde silenciosa
que se sumerge en la luna.
Intensidad de la noche
con las piedras más ocultas,
enamoradas del viento
y de las aguas oscuras.
Jeroglíficos de pánico
repartidos por las dunas
que diluyen las palabras
sobre sílabas absurdas.


Ana Muela Sopeña

ABRAZO PERFECTO

*
Bicicletas
y bolsas,
telarañas
y tu abrazo perfecto llamándome a la vida.

Baúles
del pasado
ya caduco
y tu piel suave y lúbrica bañándome de luz.

Argumentos
de un mundo
en su otra historia
y tus ojos de fauno entregándome una estrella.

Un lugar en el miedo más profundo,
espacios primigenios con salida
y tus labios amados
con mi nombre
en el silencio.

Las horas se suceden sin un freno
a través de la niebla de la tarde.

Respiro
de tu vértigo
la bruma,
para soñarte entero en los acantilados de los lobos.

Un Feng Shui en el inicio de la luna
y tus palabras húmedas
lascivas y entregadas.


Ana Muela Sopeña

LUZ EN LA HOJARASCA

*
A Marina Centeno, gran poeta y amiga

Descubres esa luz en la hojarasca,
para tu canto triste del crepúsculo.

Oleajes de un mundo
en descomposición y metamórfosis.

El cambio en la distancia del océano
sumergido en palabras de nostalgia.

La sombra en las jornadas de la luna
se refugia en presagios de la tierra.

Aterida en los campos de la escarcha
inicias el camino de las sílabas,
bajo el manto de una diosa pélvica
que sabe del amor y de la muerte.

En soledad perpetua
la creación continua te acompaña,
a pesar del susurro de la noche
y de la piel amada del instinto.

Una esfera de nieve es el preludio
de un reino que te inunda en la penumbra,
con el ritmo del verso
de los márgenes
y la métrica interna
del deseo.


Ana Muela Sopeña

APÁTRIDA CAMINAS

*

.....Apátrida caminas por las calles, buscando en cada beso protección, inundado por luz de los crepúsculos en esos jeroglíficos antiguos que conjuran al viento de los sauces. Exiliada te veo bajo la lluvia lúdica de una tarde adherida a la belleza. Y rozamos sin prisa la utopía, antes de que la noche nos espíe. Robamos a los dioses un indulto de luna, para encontrar aliados en las cuevas, como hijos de la sombra.

*
*
Ana Muela Sopeña

UN GATO

*
Un gato negro
en la calle con lluvia.
Desolación.


Ana Muela Sopeña

DEL ALBA

*
La soledad
en la cueva del alba.
Mirada triste.


Ana Muela Sopeña

SÍNDROME DE ESTOCOLMO

*
Antes de que la vida le mostrara
las cuevas de la noche
buscaba esa luz que lo amparase
en cabañas de niebla.

Seducido ante el ritmo y la elegancia
inició el ritual
que lo condujo a un túnel sin salida.

Síndrome de Estocolmo
puede ser
ese oscuro atavismo que le frena.

La tristeza no sabe de raíces,
el viento le delata interiormente
y la respiración se va calmando
con frases adornadas por el sueño.


Ana Muela Sopeña

SUBURBIOS

*
En suburbios de luna
la gente va ocultándose en la noche.
Resguarda en los espejos
frustraciones de luz sobre utopías.
Urde un fuego de sombras
en la estación de trenes sin retorno.

Se tejen las visiones en las celdas
de estructuras de acero y hormigón.

Las familias se miran
con el ojo que rasga el universo,
la cohesión ataca por la espalda.
El pegamento es el lazo sucio
de embustes adheridos a la aurora.
En crepúsculos suenan las campanas
que llaman a las tumbas
de los antepasados invisibles.

En suburbios de sol
la gente va mostrándose en el alba.

Exhibe sus secretos de cristal
en la melancolía de la lluvia
y obtiene creaciones de los túneles
al tiempo que un destello de belleza
se arrastra por los pulsos de la historia.

Los hombres en suburbios
persiguen a mujeres sin memoria,
para soñar que existen y son hombres.

Mujeres en penumbra
se pelean por ser sólo visibles
a los ojos de alguien que esté vivo
y perciba en sus iris la galaxia.

Los años subterráneos
se imbrican con la piel de los sonámbulos
y buscan los placeres en lo sórdido.


Ana Muela Sopeña

RECETA PARA LA MELANCOLÍA

*

....Macera en una vasija de barro aulagas como ofrendas a la diosa y mezcla unas gotitas de la esencia de zinnia. Agita con dos lirios mariposa y remueve con gotas de genciana. Añade una pizquita de alerce y botón de oro. Despúes bébelo todo con paciencia y consagra la mezcla a Alcione y Sirio. Muy pronto notarás una sonrisa saludando a la Tierra que te acoge.

*
*
Ana Muela Sopeña

FAUNO PROTECTOR

*
Abrázame en la noche.

Bésame en la distancia de la luna
con tus labios de fauno protector.

Sedúceme sin viejas armaduras.

Encanta con tu hechizo
a la mujer que duerme
en los suburbios.

Adora en mí a la hembra prehistórica
que curte para ti una piel de nutria.


Ana Muela Sopeña

EN UN PÚLSAR DE LUZ

*
En un púlsar de luz yo te hago mío
con mis manos de lluvia melancólica
y galaxias sin número dispersas
en un caleidoscopio de alegría.

Mi luna siempre está en tu piel de loto
y un cuásar nos derrite la mirada
en mi vientre de ensueño.

Un búho nos recuerda que la noche
se ofrece con Perséfone al secreto
oculto en los confines de tus ojos
que se envuelven en grutas con mi jade.


Ana Muela Sopeña

EN MEDIO DE LA FLOR

*
En medio de la flor, cartografía
que se abre sin remedio a la memoria
y sabe que tu luz es una historia
imbricada en mi piel de geografía.

Mi rosa es vibración y geometría
que se imprime de ti, en dedicatoria,
con espejos de feria, en una noria
envuelta en una red con armonia.

En el desierto tú eres ese hombre
que me aporta regalos, sal y vida
al tiempo que me brinda una mirada.

Yo soy en icebergs mundos sin nombre,
antes de que intervenga la partida
del vórtice de luna tan amada.


Ana Muela Sopeña

HUIR

*
Huir,
esconderme de las piedras,
ocultarme en algún lugar seguro.
Shhhhh...
el exilio se acerca.


Ana Muela Sopeña

DERRITIENDO MI PIEL

*
Nadie conoce a nadie en la ciudad de arena.
La gente no se mira.

El tiempo se columpia
entre rosas de sombras.

La belleza prosigue la ruta del enigma
y los códigos crípticos envuelven la penumbra.

Nadie conoce a nadie en aceras de frío,
pero tú me has mirado derritiendo mi piel.


Ana Muela Sopeña

TRES ESPEJOS DE LUZ

*
EL PRIMER ESPEJO

Vibración a la tarde
de mi piel sumergida en tu silencio.
Tu mirada buscando mi deseo,
mi temor es conjuro de tu fuerza.
El instante secreto compartido
cuando las horas bailan con la sombra.

EL SEGUNDO ESPEJO

En campos de placer
un destello de amor se va girando
en mis pupilas negras.
Universos lejanos en mi cuerpo
derritiendo los púlsares en ti.
Y tu seguridad entre mi vientre
sabiendo que la vida
es fugaz como el aire de un volcán.
Azabache en mis huesos,
azurita en tus manos palpitantes.
Mi saliva se mezcla con la tuya
y caminamos juntos por galaxias azules,
en los caleidoscopios del instinto.

EL TERCER ESPEJO

Agitación de lunas
en tus párpados ávidos de mí.
El vaivén de los trenes de llegada,
el vértigo de un salto en la distancia.
Mi cabello se enreda con tu mundo,
rodamos por mil camas
en el agua de un reino incandescente.
La soledad no guarda nuestra imagen.
Somos la aleación de un dios dormido
en un árbol sonámbulo de nieve.


Ana Muela Sopeña

EN CUADERNOS DESNUDOS

*
En cuadernos desnudos
anoto las mil citas con tu sombra,
para que no me olvides
en esas superficies de belleza
soterradas por soles casi ocultos.

Un diario de luz se va escribiendo
cada vez que me miras por las calles
y te sonrío en círculos de luna.

A través de las horas clandestinas
la vibración nos lleva por abismos
de creación continua en lo abisal,
de amor enfebrecido por la piel.

Con la caligrafía de los árboles
apunto cada instante en tu presencia,
para que todo sea umbral de los presagios,
para ser ese cáliz de los siglos
donde tú deposites la semilla
del Aleph sumergido en la caverna.


Ana Muela Sopeña

TRECE GOTAS DE TI

*
I

En la zona abisal tus ojos claros
soñándome en el centro del estío.

II

Belleza en la penumbra sin estigmas
absolviendo al instante de la noche.

III

Tu piel es territorio de mi luna,
mi piel entre frambuesas es tu norte,
nuestra piel se confunde con el ámbar.

IV

La soledad nos llama
a ser un fuego único sin límites.

V

Precipicios azules en mi cuerpo
me recuerdan que tú vives cautivo.

VI

La bruma se hace nítida en la tarde
mientras las nubes van soñando el mundo.

VII

Entre sábanas soy tu hembra apátrida,
por las calles tu alma compañera.

VIII

Las horas se suceden sin descanso
hacia túneles blancos de perfume.

IX

Tu suavidad me pierde cada instante,
por eso siempre estás en mis visiones.

X

El libro de la arena en el espejo
es la cartografía de mi sombra.

XI

Entrelaza mi luz con tu conciencia
para tomar de nuevo tu camino.

XII

Abrázame en un púlsar de violetas
y danza con la música del ónix,
mientras yo te hago mío entre los pétalos.

XIII

El vientre de la diosa nos custodia
con el agua divina de un nenúfar.


Ana Muela Sopeña

ME PROTEGES

*
La tristeza me ataca por la espalda,
pero tú me proteges de las sombras.


Ana Muela Sopeña

NO SÉ A DÓNDE VOY

*
No sé a dónde voy,
sólo sé que me gusta que la noche
me proponga tus labios.


Ana Muela Sopeña

UN MINUTO DE TI

*
Un minuto de ti,
ambrosía de un mundo sumergido
en la luz de un recuerdo de la infancia.


Ana Muela Sopeña

DONDE LA PIEL SE EXILIA

*
A Pere Bessó, aliado en la palabra.

Las palabras se esconden en guaridas
y salen al encuentro del misterio
en las noches apátridas del mundo,
donde la piel se exilia, sin defensas.

Las sílabas asoman sobre la tierra oculta.

Versículos amigos del espejo
donde nuestra verdad se va forjando
con ritmos ancestrales de otro siglo.

Las vocales conocen la pasión
del poeta imbricado en la memoria
que busca el universo en sus orígenes
a través de la luz, entre la lluvia.


Ana Muela Sopeña

TE BUSQUÉ

*
Te busqué en los rincones de las calles,
por las plazas vacías,
debajo de los coches y camiones,
en portales amados de silencio...,

pero no te encontré.

Y me fui caminando suavemente,
para soñar de nuevo en tu mirada.


Ana Muela Sopeña

DEL OTRO LADO

*

.....Del otro lado de la sombra proviene el ámbar fértil de belleza. Una corriente extrema que vivifica el margen de la duda. Un instante de luz en el recuerdo, perfumes entre sauces que nos duelen, como duele el camino en soledad, como duelen los sueños olvidados.

.....Del otro lado del espejo nos llegan esas voces de la ausencia de aquéllos que se fueron al abismo a descubrir un mundo diferente.

.....Del otro lado del cristal, un laberinto errante entre visiones. Allí aún nos espera nuestro niño que yace bajo tierra en dulce pausa, aguardando el rescate salvador hacia un reino de luna en creación.

*
*
Ana Muela Sopeña

AHOGO O DESNUDEZ

*
Opciones de la noche:
ahogo o desnudez.

Emerge el territorio de la sombra
y encontramos las claves primigenias
que permiten sentir siempre sin trabas.

O el descenso a los fosos, con el barro,
constatando
que
todo
es
un
teatro
que nuestra vida es cárcel sin historia
que la belleza está del otro lado.

Ahogo o desnudez, ése es el juego
y nadie entrampa a nadie.

Tan sólo nuestros ojos sin memoria
reconocen el quid de la partida.

Desnudez en la puerta del deleite,
más allá de lo incierto y la utopía.

Ahogo en estructuras ya caducas,
fidelidad en márgenes con leyes,
los límites que amparan y destruyen.

Un damero de vida peligroso,
un
ajedrez
que
aguarda
todavía
en túneles ocultos, sin defensas.


Ana Muela Sopeña

EN LA NOCHE DE WALPURGIS

*
Te respiro en la noche de Walpurgis,
avanzo hacia el destierro,
pero tú me contienes con tu abrazo de agua.

Antes de que las nubes nos denuncien
la lluvia nos inunda de la fertilidad de creación.

Integramos secretos
en nuestra piel de lobos.

Un instante de luz en el recuerdo
sumergido en cenizas.

La sal de los océanos cambiantes
y las alas de un pájaro del sur.

Tu mirada de mar en el crepúsculo
me protege entre sombras sutilmente.

Mis ojos te delatan.

Insumiso tú huyes de las jaulas
y conjuras las sílabas del viento,
para la libertad de la conciencia.


Ana Muela Sopeña

SIGILOSA

*
Camino sigilosa
por esas callejuelas de la urbe,
donde tú me persigues sin descanso.

Abrazo en la memoria
tu sombra incandescente
que invisible me sigue hasta en los sueños.

Te recuerdo en la noche, en el silencio,
más allá de la luz de las farolas.

Deambulo por aceras de penumbra
que muestran sus historias sumergidas
en horas desplegadas a lo pérfido.

Incorpórea me adentro en tus problemas
y te doy esa llave primigenia,
antes de que el diluvio te ahogara.


Ana Muela Sopeña

EN LA NOCHE SIGILOSA

*
Me buscas en la noche sigilosa
para soñar estrellas de penumbra.

Me llamas en el vientre de la luz,
adorando extravíos de la piel.

Te busco entre las lunas de cemento,
en los escaparates de las tiendas,
bajo los fríos coches del asfalto.

Te llamo mentalmente cada instante
para beber de ti la sombra inquieta,
para dormir descalza en tu refugio.

Me persigues sin trabas
en la ciudad de rosas y cenizas.

Jeroglíficos blancos en mis dedos,
para expresar mi hambre de tus labios.

Te persigo en silencio por las plazas,
en farolas ocultas
más allá de la muerte que no cesa.

Los signos de belleza son aliados
de nuestra sincronía sin palabras.


Ana Muela Sopeña