*
En la penumbra intento ser de agua.
Oscuridad que capta mi tristeza.
Las ramas de un cerezo melancólico
me miran con los árboles desnudos
en círculos que esperan la venganza.
Un secreto me espía
en el sueño del bosque abandonado.
Las palabras que tú nunca pronuncias
son las que yo recuerdo en el silencio.
Océanos de ónix y obsidiana
se reflejan en piel abierta a ti.
En el olvido miro tras la lluvia
una luna que sabe de lo efímero
de este deseo errante...
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Olvido y deseo: dos realidades que llevan a la tersa piel del agua en el silencio.
Hermoso. Mueve a la melancolía.
Besos
Gracias, Perfecto, por pasar.
Un beso
Ana
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