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A Pere Bessó, aliado en la palabra
La luna y las palabras del olvido
se mueren por estar entre las páginas
de algún poeta suave y soñador.
Los vocablos que impactan
residen en la sombra del exilio.
El sol y los pronombres del recuerdo
habitan en los libros de la luz
de los poetas desterrados.
Los nombres invisibles
se alojan en las piedras y en las fuentes.
Los sonidos que amparan al errático
pertenecen al círculo secreto.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Gracias, Ana, por el poema dedicado. En realidad, poeta de la luz y poeta de las sombras, se complementan,tal como el poeta del sol y el poeta de la luna. Hablas de poeta desterrado, pero también de poeta suave, en fin, todas las voces la voz,ya quisiera yo...
Un abrazo.
Y seguimos en la carretera.
Pere
Sí, así es..., todo en metáforas, claro.
Un abrazo
seguimos escribiendo
Ana
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