*
Un ángel de belleza te regala
un cetro de palabras misteriosas
con inscripciones de oro muy antiguas.
Un arcángel de luz te habla en susurros
y te sostiene siempre en las tinieblas,
para que no te pierdas en las sombras.
Los principados alzan su temblor
entre música de agua, con delfines,
y te transportan siempre hacia los cuásares.
Las virtudes te brindas sus estrellas
en círculos de signos consagrados
al mundo de los sabios siderales.
Las potestades buscan tu armonía
mientras la tierra gira en su locura
y el verbo curador define el tiempo.
Son las dominaciones blancos vórtices
que te ayudan a ser un ser galáctico,
más allá de lo denso del planeta.
Los tronos te custodian con sus alas
y te elevan despacio hacia los púlsares,
para que encuentres pronto el centro cuántico.
Un querubín de fuego te protege
de todos los peligros y los miedos
y te envuelve en su manto de asteroides.
Un serafín de bruma te hace niño
y te lleva al portal de las crisálidas,
para que mires siempre tus orígenes.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ver una entrada al azar
No hay comentarios:
Publicar un comentario