*
Cada vez que te veo
el asombro nos sale a recibir.
Nos besamos sin hablar un largo rato
hasta que alguno dice algo
e interrumpe el silencio.
Un claxon a lo lejos
nos habla de una vida verdadera,
pero nosotros
tan sólo nos miramos
con el reloj detenido en la hora mágica.
Ana Muela Sopeña
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