*
A veces siento el tiempo como horas vacías
y pretendo arrullarme en el olvido.
Contemplo los fantasmas que me alejan de ti.
El azar ha querido que seamos un fuego.
Se quiebran mis heridas
cuando llegas sonriente
y una savia de arce me acerca hacia lo fértil.
Me refugio en tu alma
con mi vientre de musgo.
Un sortilegio
de lluvia en la nostalgia
me hace ser tu camino.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Belleza en tu poema . Amor que se acuna en tu vientre de musgo.
Besos Anita.
Gracias, Leticia. Me da alegría verte por aquí.
Un beso grande, amiga
Ana
Publicar un comentario