*
Mar, noche, sombras...
se divisa en el faro una silueta.
Un mujer contempla el infinito.
Sus pensamientos vuelan con las nubes
mientras los barcos pasan cada hora
y se llevan sus lágrimas.
Ella vive la luz en lejanía.
Recuerda los presagios en los túneles.
Sus ojos van trazando rutas vanas
en las constelaciones del silencio.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Adentrarse en el laberinto de lluvia... es un humedecer el alma con la poesía que brota de la entraña de Ana. Un laberinto cuyo sendero esta forjado con palabras fertilizadas por la lluvia.
Otro bello poema en tu laberinto. Te abrazo Ana.
Gracias, Leticia. Me encanta verte por aquí, amiga.
Un abrazo grande
Ana
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