VÁSTAGO DE ESTRELLAS

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A Eduardo Apodaca (22-3-1952 /11-11-2006)
que hoy hubiera cumplido 59 años.

Espero que en tu nube
me protejas de todos los peligros.

Hoy la Tierra está en caos
y la galaxia entera se resiente
al contemplar a Gaia tan enferma.

Hoy hubiéramos ido a un restaurante
a festejar sin más tu cumpleaños,
pero llegó la muerte antes de tiempo
convirtiéndote en vástago de estrellas.

Siento que no te has ido totalmente
porque en mi poesía laten todas tus pulsiones.

Aprendí de tu mano la lección
de la gran Poesía de la historia,
la métrica de luz y la académica,
la técnica del verso y de la prosa.

Tenías un radar
para poetizar cualquier suceso.

Tu mirada era siempre muy profunda.

Todo hablaba de ti entre la belleza,

todo hablaba de mí:
respiración.

Hoy te recuerdo vivo
con tus folios en blanco,
con tus apuntes siempre sorprendentes.

Charlando en los cafés.

Cuando tú te marchaste a California
la primavera blanca se tornó
un otoño de niebla.

Hace ya treinta años de tu viaje.
Y después retornaste...

Hoy recuerdo de ti toda la luz,
tu inquebrantable aliento creador.

Allá donde te encuentres
que sepas que no olvido
nuestra alianza perfecta, sin edades,
tu poesía atávica sin tiempo
y tu impulso constante
hacia el vórtice-sueño
de esta existencia apátrida y extraña.


Ana Muela Sopeña