sábado, 2 de abril de 2011

CARTA DE UN LIQUIDADOR DE CHERNOBYL

* .....Tras veinticinco años de Chernobyl parece que los seres de esta Tierra no habéis tomado nota de la lección inmensa desde Ucrania. Yo me encuentro muy bien viviendo en una estrella de neutrones, pero allí en el planeta mi familia quedó abandonada y casi sin dinero. Éramos muchos hombres, no puedo recordar exactamente... casi un millón de hombres intentando que el planeta no fuera borrado para siempre. Cada uno tan sólo dos minutos en el infierno atómico, sin ángeles. Tan sólo unos segundos: 45 sólo, aunque tan cerca de la muerte letal, lenta y horrible. Los más jóvenes estaban algo menos que un minuto entero. Pero los veteranos (y éste era mi caso) estábamos allí hasta dos minutos que parecían horas, meses, años o siglos o milenios... Desde mi hogar sereno en las estrellas os digo que Chernobyl pudo ser aún más catastrófico. Un millón de personas. Ahora casi todos no existimos. Nos hemos muerto muchos. Otros están muriéndose. Allí nadie podía transmutarse en un humano atómico, porque nuestro adn no puede soportar la radiación y muta para siempre, pero no en organismo ya adaptado a la supervivencia. La mutación es sólo ese camino hacia la muerte súbita o más lenta por cánceres diversos o leucemia. Desde mi estrella amada de neutrones os pido que penséis (aún hay tiempo). Hay otras energías y ahora es el momento de los cambios. Respeto a los que creen que la energía nuclear es segura porque frena el efecto invernadero. Pero si tan seguros de su idea se encuentran en el tiempo de la Tierra que trabajen en plantas nucleares o tomen vacaciones en Fukushima I o en Ucrania, en Chernóbyl. Aún estáis a tiempo de cambiar la conciencia del mundo y la energía. Pero no queda mucho de este tiempo y la Tierra y el cosmos seguirán en su viaje divino por la galaxia alegre. Es tan sólo el humano prepotente el que camina ciego a la extinción absurda de su especie. El momento es ahora, ahora hay tiempo. Pero no queda mucho. Yo me encuentro sereno, viviendo muy tranquilo en mi estrella. Y os comunico esto por si acaso alquien quiere escuchar...


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Ana Muela Sopeña

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