*
A Pere Bessó
Las palabras se mecen en columpios
como niños que juegan sin cansarse.
Los nombres se deslizan
por toboganes de madera.
Los adverbios circulan
en los autos de choque.
Los verbos van girando
en gigantescas norias.
Los adjetivos viajan
en las atracciones de la feria.
En la tómbola vemos conjunciones
en boletos de premios.
Los pronombres cabalgan
en los caballitos
que suben y bajan sin parar.
Los artículos esperan rezagados
en el tren de la bruja
y las preposiciones
aguardan el crepúsculo
en laberintos con espejos.
Las interjecciones
no saben de la infancia,
pero siempre conversan con los niños
cuando la noche nos invade.
Las palabras se mecen en los cirros
y descubren el mundo renaciendo.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ver una entrada al azar
No hay comentarios:
Publicar un comentario