*
Me he hecho un tatuaje
con tu nombre de guerra.
Cada noche en mi torre
recuerdo tu saliva
y en mi mar de caricias
no olvido tu mirada ni tu embrujo.
Mi sombra te rodea
como hiedra de invierno
en la fugacidad de las imágenes.
Poseo un pasaporte
para llegar a ti,
somníferos de nata y de merengue.
En nuestra intimidad las madrugadas saben
de soledad desnuda.
La nieve en toboganes sorprende a los transeúntes
y el viento del cierzo nos hace tiritar.
Tengo papel de estaño
y un tamiz para lágrimas.
Como una salamandra del enigma
asalto tus caminos y te dejo tan sólo
en el reloj de agua
una señal de arena con mis besos...
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Amoroso poema,confesión de entrega al amado con una marca de pertenencia, un tatuaje
Bellas imágenes y un ritmo sensual mi querida Ana.
Leticia, es un placer verte en mi espacio.
Un abrazo, amiga
Ana
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