*
En la penumbra cierta pienso en ti...
Entramado de sal sobre la herida.
Yo soy cáliz de ti
y tú lo sabes.
Está mi piel abierta a tu conjuro,
se derrama en tus besos de locura.
Mi boca es tu reflejo y sortilegio
tus labios un peligro
serpientes en palabras de metal.
Ante nosotros se alza una medusa.
Matemos a ese monstruo
ahora que hay tiempo.
Ana Muela Sopeña
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