*
Por los pasillos
del pabellón oscuro
sólo se ven planchas de acero.
Las puertas se han cerrado
y ya nadie consigue
salir a los umbrales del subsueño.
En el espacio tiempo
hay un mundo muy frío,
hermético en sus signos de silencio.
Los seres solitarios
van buscando salida
hacia esos paraísos de la niebla
donde poder sentir que son humanos.
La burocracia extrema
persigue soterrar el alma pura
entre los expedientes de los noes.
Un laberinto de papeles
se empeña en demostrar que ellos no existen,
pero respiran en las cuevas de cerezos
donde un árbol del zen
contempla el devenir de la galaxia.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Amiga Ana, da gusto respirar el aire del verano en tu infatigable espíritu creador alzado en versos. Te leo reivindicativa, denunciando las trampas de esta sociedad y elevando la voz de lo esencial por encima de muchas miserias. Felicidades.
Salud
Gracias, Julio, por pasar y por leerme.
Un abrazo grande
Ana
No he dejado de pensar -mientras te leía- en Kafka y su El Proceso. Es importante venir a leerte.
Un abrazo.
Sí, es verdad, también yo me acordé de Kafka, sobre todo con los expedientes...
Un abrazo
Ana
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