*
El vacío se sabe
oculto en la materia de las cosas.
La plenitud abarca el infinito
y toca nuestro espíritu de estrella.
Cuando el todo y la nada
se abrazan en un vórtice de cuásares
nuestra vida renace
y surge un ángel blanco
de las cenizas grises del olvido.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Todo en el todo y la nada, vacío y materia que lo substancia. Ya lo dijiste en otro de tus versos: las sombras arropando la luz.
Preciosismo a granel.
Un abrazo.
Gracias, por tu lectura, tan amables...
Un abrazo
Ana
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