miércoles, 31 de agosto de 2011

NO TE CONOZCO

*
Hace días que te miro
en el metro, perdido entre la gente.

No te conozco
no me conoces.

Tan sólo eres un número
en la inmensidad de la ciudad.

Pero tus ojos me recuerdan a la arena que me hace formar parte de este mundo. Y tu energía es fuerte, atávica, innombrable, masculina.

No me conoces
no te conozco.

Pero tú sabes que en el tren tan sólo somos pasajeros de este mundo.

Me recuerdas a un lobo, atrapado en una jaula de cemento.

No te conozco
no me conoces.

Pero quisiera que me hablaras al validar el bono de ida y vuelta. Mas escapas por calles y por plazas y nuestros ojos ya no se cruzarán...

No me conoces
no te conozco.

Y eso es lo único que existe. Como desconocidos en un metro. Así viajamos todos. De estación en estación. Como si fuera el viaje un nido de ratones o de perros.

No te conozco
no me conoces.

Las palabras retumban en mi mente y sólo desde el sueño alcanzo a comprender esta agonía.

No me conoces
No te conozco
Ya no nos conocemos, ni siquiera en estos años de relación atávica y sincera somos un poco más que unos viajeros en el oscuro metro de esta existencia atroz y sin sentido.

No te conozco
No me conoces

Y así siguen las cosas...

despierto de este sueño, hay otro sueño...

Como desconocidos en un metro proseguimos el viaje sin apenas mirarnos y sin detenernos un minuto al validar el bono de ida y vuelta, olvidamos el número del ticket para correr tan rápido como nuestro pánico permita hacia las cenizas de un final varado en algún puerto...


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Isabel dijo...

Simplemente me encanto, es algo que me pasa muy seguido. Besos!

Ana Muela Sopeña dijo...

Un saludo, Isabel.

Te dejo un abrazo
Ana

Julio Dìaz-Escamilla dijo...

No me conoces, no te conozco, pero entendemos la Poesía como una Estación donde mirarnos, al menos, lo que dura un verso.
Un abrazo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Es una alegoría de la vida moderna, no tiene que ver nada con los poetas o escritores con los que me encuentro en la red por azar o por magia...

Un abrazo
Ana