jueves, 29 de septiembre de 2011

CHEMTRAILS

*
Los cirros de la tarde parecían
una condensación de la locura.
En ellos
se iban ordenando
los tóxicos del mundo,
para dejar a todos desarmados.

El hombre que vagaba por la ruta,
errático en su sombra,
rozado por la gran incertidumbre,
miró en la lejanía
algo que parecían nubarrones.

Eran los Chemtrails.

En ellos contenido lo invisible
para matar sin culpa nuestro espíritu.

A través de esos monstruos
querían invadir nuestro interior
y dejarnos desnudos, sin defensas.


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Nahuel dijo...

gracias, aprendí un nuevo termino y concepto que no conocía.

Saludos, Nahuel.

Julio Dìaz-Escamilla dijo...

Ya andamos desnudos. Se toman mucho trabajo.
Un abrazo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Nahuel, por pasar...

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Pero nos quieren más desnudos...

Un abrazo