*
Cuando llueve por las calles
todo se llena de barro,
la gente saca el paraguas
y en las aceras hay charcos.
Hay gotas en la ciudad,
en los coches hay un vaho
que nos devuelve el instinto
que subyace abandonado.
Cuando llueve entre las plazas
el amor se siente extraño,
se parece a un ave lánguida
que aterriza sobre un árbol.
Se humedecen los portales,
vemos calzadas con trazos
adornados con arroyos
que definen el pasado.
Cuando llueve entre mi piel
la historia dibuja a mano
la nostalgia de las horas
presentidas en los arcos.
Ana Muela Sopeña
sábado, 24 de septiembre de 2011
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4 comentarios:
CON LA LLUVIA GERMINAN LOS AMORES, NACEN ESTROFAS, APARECE LA IMAGEN FRUSTRADA DE UN CUENTO, LA VITAL CEREMONIA DE UNA LÁGRIMA...
HERMOSO ANA.
BESOS
LUJAN
Gracias, Luján, por pasar y dejar tu huella en este romance.
Un abrazo
Ana
Cuando llueve en mi silencio
se despereza un pájaro,
y algo se vuelve recuerdo...
algo llega del pasado.
Inspirador poema.
Abrazos.
Me alegra, Julio, que este romance sea inspirador.
Un abrazo
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