martes, 27 de septiembre de 2011

A TRAVÉS DEL SIGILO

*
A Ana Muela Sopeña

A través del sigilo de la vida
noche llena de versos de satén,
amiga y compañera la palabra.

Miras alrededor del blanco álbum,
una luz y después hacia el bambú,
encontrando semillas en aceite
licuadas en tu voz inmaterial
al abarcar los mundos con tu estela.


Ío

14 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Ío, por tu grandioso regalo.

Es un placer saber que también tú haces acrósticos dobles. Ya no estoy sola en ese universo.

Un beso muy grande
Ana

Andrei Langa dijo...

Un dedicatoria lirica repleta de piedad hacia al alma solitaria del universo y una demostración sincera del sentimeinto amical...

felicidades a los dos,
andrei

Ío dijo...

Lo has traído a tu laberinto, amiga mía, cuanto me alegra leerlo aquí, y que te haya gustado; gracias.

Pero.... ¿nadie más hace acrósticos dobles???, con lo hermoso y divertido que es encontrar las palabras adecuadas, hacer que suenen bien, y digan algo entre las líneas.

Un abrazo, Ana, y besos grandes

Ío

Ío dijo...

Gracias, querido Andrei, por tus palabras.
Saludos

Ío

Mercedes Ridocci dijo...

Quizá algún día me anime a hacer yo también acrósticos.

Bonito regalo te han hecho, Ana.

Un beso
Mercedes

Ana Muela Sopeña dijo...

Querida Ío, no. No conozco a nadie que haga acrósticos dobles. Ya somos dos. Rossana empezó, pero se desanimó y lo dejó. Rosalía empezó y se cansó.

Quizás porque es difícil. Y a mí es lo que me gusta. Me gusta el reto.

Besos
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Andrei, por tus palabras.

Gracias, Mercedes, por pasar. Sí, anímate. Es muy divertido.

Un beso a los dos
Ana

Leticia dijo...

La combinación del acróstico con el crucigrama constituye el doble acróstico moderno.
En la Antigüedad y en la Edad Media fueron muy populares los acrósticos. Los poetas los consideraban más bien como un pasatiempo divertido. Hoy ha desaparecido casi por completo de la poesía moderna y se usa sólo en enigmática.

Amigas Ana y Ío.

Hay varios sitios en la red donde pueden encontra a personas que les encantas este tipo de acertijos también se hacen como crucigramas.

Para Ana y Ío

Sonrían

Saber más son sus deseos
Ocultar nunca la luz de su generoso
Numen... crean y escriben
Río cristalino es su decir
Ío y Ana poetas amigas que así
Ambas gozan su poética
Nunca al universo olvidan

Julie Sopetrán dijo...

Un buen acróstico doble. Felicidades. Me ha encantado.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Leticia. Ya sé que hoy ha desaparecido casi por completo de la poesía moderna. Pero a mí me encanta el acróstico doble.

Un abrazo, Amiga
Ana

Julie, gracias por pasar. Es un alegría saber que el poema que me ha dedicado Ío te gusta.

Muchos besos
Ana

Ío dijo...

Gracias a todos, me alegra que os haya gustado el acróstico para Ana.

Sí, Leticia, es muy divertido intentar escribirlos; como bien dice nuestra amiga, es un reto y en su dificultad está la magia cuando se hace real y lo ves escrito.
El tuyo es precioso, me gustó mucho; lo guardaré con cariño, mientras sonrío; gracias.

Un abrazo para todos

Ío

Leticia dijo...

He de confesar que entre las palabras de la poesía, hay un tejido terso, hecho con amor al oficio deescribir y ahí queda también tejido el sentimiento sublime del amor a la vida en todas sus manifestaciones. Siento ese amor en cada una de las palabras que ustedes burilan para llegar a construir el poema, en nuestro caso. Me conmueve que los imagino ahí sentados seguramente como yo, comunicándonos, entre el espacio infinito que nos tiene alejados pero al tiempo sucede el milagro y nos conocemos y leemos nuestras creaciones. Gracias a Ana, Andrei, Ío, Mercedes, Julie y a todos y cada uno de los amigos poetas o no. Mi cariño y admiración a cada uno.

Julio Dìaz-Escamilla dijo...

Leí este acróstico doble en Ío, y agradecí el talento puesto para homenajear a una gran poeta (Ana Muela Sopeña). Ahora leo con agrado que otra grande, Leticia, disfruta escribiéndolos.
Un abrazo a todos y todas.

Ana Muela Sopeña dijo...

Es un buen acróstico doble el de Leticia.

Gracias por pasar de nuevo, Julio.

Un abrazo