*
La mujer en su sueño
se desnudó de máscaras,
se mostró sin dulzura, sólo furia.
Primero transformó todo su cuerpo
en la venganza arcaica, prehistórica.
Entonces en el clan todos gritaron
y fueron provocados
con ira destructora.
Después mutó hacia el odio,
su rostro abandonó los protocolos,
dejó la hipocresía
sobre un mantel de niebla.
Los clanes resonaron con palabras
de violencia sin límites.
Al final consiguió, como una arpía,
volver loco a un grupo de guerreros
que dormía en las cuevas de visiones.
Así fue que las furias:
la venganza, el odio y la locura
esparcieron su veneno por el mundo.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Veneno que ensucia la carne y los huesos de la sociedad, que no ha sabido contrarrestar sus embates.
Un beso.
Así es...
Un beso
qué fuerza. Vuelvo, y como siempre es un placer renacer en ti.
Saludos, Nahuel.
Gracias, Nahuel, por venir...
Abrazos
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