*
Sólo vengo a abrazarte en la neblina
cuando los horizontes nos delatan.
Te beso en la penumbra de la tarde
y en la piel del otoño.
En el roce sutil respiro y amo
y me afirmo sin miedo como una luna negra sin pasado,
como una oscura Lilith sin futuro.
Mis ojos son tus ojos,
tus párpados mis párpados.
Habitamos en cirros
donde la conjunción de coordenadas
nos hace ser de agua.
Ana Muela Sopeña
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