.....¿En qué momento las cosas se deslizaron de una orilla a otra? No lo sé. Todo fue muy despacio, como los sueños o la vida. Allí estaba ella desafiante frente al cálido oleaje, atenta a las mareas impasibles. Él, en cambio, prefirió continuar hasta su desaparición en el naufragio. Nada hablaba de ellos. Todo se transformó sigilosamente hasta la disolución en el olvido.
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Ana Muela Sopeña
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