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El alma de las cosas nos serena.
Cada instante es un cúmulo de vida
que cabalga sin límite crepúsculos
donde las espirales de la luz
se abren hacia umbrales infinitos.
Partículas de mundos invisibles
nos siguen en la noche interminable,
para soñar despiertas con los mundos
de sombras diluidas.
El alma de los sótanos revela
la ordenación oculta.
La intuición renovada del presente
nos permite sentir que todo es maya
en el teatro absurdo de la vida.
Los círculos del tiempo primigenio
me enseñan a captar el universo
en los abecedarios de los cuásares.
La quietud de los árboles y nubes
ampara la verdad entre la bruma
mientras la brisa fría nos invade.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
El alma de los sótanos... muy buena, cada cosa tiene su alma, pero no se dan cuenta.
Creo que las cosas tienen alma y en algún nivel sí se dan cuenta, pero es a niveles atómicos y subatómicos, no a nivel de conciencia...
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