viernes, 25 de noviembre de 2011

MALTRATO Y LIBERACIÓN

*
A veces ella cree
que él decidirá cambiar y ser
aquel que conoció hace ya años.

Bastante le costó llegar a él
como para extraviarlo.
Decide aguantar,
aunque todo parezca ya un infierno.

Con un poco de suerte
quizás él reconozca sus errores.

De todos modos otros
también son insolentes.

Entonces un buen día
ella se hace la sueca.
Pretende que no importa
y que no pasa nada.

Fantasea con nubes de papel.
Supone que las cosas
llegarán a ser bellas otra vez.

Guarda en sobre de amianto
las pruebas de que todo es ya una farsa.

Hay momentos que piensa
romper con la atadura.

Irradia sufrimiento,
pero cree que la vida es sólo eso.
Resistir porque otras ya lo han hecho.

Juega en su pensamiento
a empezar otra vez, como si nada.

Kilómetros de instantes
la separan del mundo
y de la libertad de la conciencia.

Le paralizan muchos de sus miedos.

Llueven sobre su hogar lágrimas negras.

Mañana será el día
de la separación o del divorcio.
Mas hoy hay que intentarlo otra vez.

No cree que a ella le ocurran estas cosas.
Las otras viven rotos diccionarios
de hogares sin cimientos,
mas ella vencerá a la adversidad.

O quizás sea todo un mal sueño.

Porque todo se desvanece cada noche...

Quizás todo se arregle
cuando cambien de casa
o cuando ella consiga otro trabajo
o cuando a él lo trasladen...

Realiza cada noche el inventario.
Los pros y los contras.
Detalles para quedarse para siempre.
Argumentos también para dejarlo.

Si pudiera sentir la libertad...
Pero su apego es fuerte, ella lo sabe.

Traumatizada sigue...
y no, no es feliz,
pero el mundo le causa sólo pánico.

Una mujer casada,
infeliz porque nada es como antes.

Va a parecer que todo se derrumba
y construye los muros de la farsa.
Así, con autoengaños
estafa a la familia y los parientes,
también a los vecinos, los amigos,
menos a ella misma...

X es cromosoma diplomático.
Ella sabe que ahora
todo va a ser distinto, por supuesto.

Y prosigue en la barca del averno
hacia ninguna parte, sólo hay barro...

Zaherida prosigue en esa balsa
de un matrimonio errado de por vida.
Prosigue hacia la nada, ella lo sabe.

Zarandeada sueña
en terminar con todo
y comenzar de nuevo desde cero.

Y sabe que ya nada
podrá ser como antes.

X es cromosoma constructivo
que busca vida armónica y belleza.

Viene siendo corriente que ella crea
que las cosas no tienen solución,
pero ahora conoce que la tienen.
Todo empieza llamando
a alguien que la ayude.

Una mujer casada
que puede decidir dejar de estarlo.

Tatuajes de su alma
pueden borrarse siempre con esfuerzo.
Ya nada es permanente, todo es cambio.
El universo muta
desde la herida inversa de la piel
hasta la creación abierta y lúdica.

Sí, aunque no lo parezca
es posible saltar
en un paracaídas
hacia una vida plena.

Racionaliza entonces
y piensa que romper es lo mejor.

Quizás es el momento
¿por qué no?

Porque han pasado los años
y a pesar del esfuerzo
no ha cambiado nada.

O la vida se agarra
y se lleva a la luz
o un cáncer clandestino vencerá...

Nadie debe saber de sus angustias,
dejará a su marido en el silencio.

Mañana será tarde, ahora o nunca.

Llanto de la mañana
que ayuda a ser más fuerte
y a dejar situaciones ya caducas.

La luna siempre cambia.
Ella será una diosa
y mutará tranquila
liberando por fin su gran verdad.

Kárate aprenderá,
pero no en un gimnasio.
En su mente que busca el desafío
para encontrar valor
y romper ataduras...

Justifica en sus manos el naufragio,
pero quizás exista otro futuro.

Impaciente organiza
la huida hacia otro espacio.

Hay en su corazón
un poco de esperanza guarecida.

Guarda los alfabetos de la sombra
para que impulsen siempre en sus guaridas
el salto necesario.

Flaquea,
pero la decisión está tomada.
Ya sólo falta dar el paso...

En todos estos años
su matrimonio ha sido
un teatro de tiempos y de imágenes.

Daría lo que fuera
porque todo se hiciese sin gran daño.

Con su arsenal de olvidos
triunfará y abrirá todas las puertas.

Besa su imagen nítida
en los espejos ebrios de la casa.

Ahora es el momento.
Romperá sus cadenas
e iniciará otra vida
renaciendo...


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Unknown dijo...

145 versos!!! (si no he contado mal)

Disculpa mi atención en estas particularidades, meiga.

Simplemente releo, disfruto por segunda vez lo que ya en el primer instante gusta, aunque invita a la degustación del placer de sentir cada estrofa con un ritmo cadente y armonioso hasta un final que resume una sutil cadena que se rompe renaciendo.

Carece de importancia en Poesía el númerico sentir de las palabras cuando hay en cada una, un intrínseco valor, el talento expresivo que el autor puebla con sentido emocional para todo un poema.

Y me ha encantado tu ensayo en las edades del maltrato y su liberación.


Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Manuel...En realidad también valdría para un hombre casado que no se encuentre a gusto en su matrimonio. A veces el maltrato es algo sutil. No tiene por qué consistir en palizas y fracturas. Me agrada mucho que hayas leído con atención estos versos.

Gracias
Un beso de meiga
Ana

Carlos Pérez dijo...

Hola Ana. Desgarrador poema éste.
Me ha recordado un libro que me leí hace poco. Te lo recomiendo. Se llama "El silencio" de Mª Ángeles Cabré.

Carlos.
www.mipoesia.net

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Carlos, por leerlo y por comentar...

Un abrazo
Ana