*
Las heridas no saben de certezas
sólo saben de sombras en la noche,
en la eternidad de la no vida.
Borracheras de besos
en el tiempo de un mundo sin historia.
Los labios de la muerte
en la disolución del ego frío.
Tengo lágrimas grises
en la arena que busca la raíz
en nuestra desnudez casi animal.
Ana Muela Sopeña
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