domingo, 25 de diciembre de 2011

TU ROSTRO DESOLADO DE ORFANDAD

*
Un día contemplé
tu rostro desolado de orfandad
entre las calles ateridas.

Aquella visión nítida
nunca saldrá de mi memoria.

Y quise compensarte
de tantos sinsabores de la vida
con un manto muy cálido de risa
y caricias pequeñas, sin aspirar a más.

Pero no pudo ser.
Tu conjuro me hizo ser un ánfora
que ya sólo soñaba con llenarse
de tu esencia ancestral.


Ana Muela Sopeña

No hay comentarios: