*
Condenada al olvido...
Los días van pasando
y las horas transcurren
en
la
oscuridad
del
frío
extremo.
Una ciudad suicida
te recuerda en las aves migratorias.
Abandono en hoteles de la sombra,
encuentros en la luz de la nostalgia.
Semáforos que duermen
con farolas sonámbulas de escarcha.
Nuestros besos perdidos en la niebla
y abrazos extraviados,
mientras la piel hiberna
en el cuerpo de hielo...
Ana Muela Sopeña
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