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El aluminio cae desde los cielos
como telas de araña sin futuro.
¿Qué vamos a dejar a nuestros niños?
La infancia es el refugio del gran caos,
pero la muerte en bario nos fumiga
por motivos que aún desconocemos.
El estroncio se fija en nuestros huesos
y la desolación y la locura
es la luminiscencia de las plantas.
Esas estelas químicas
persiguen lentamente un genocidio,
pero ya no es posible permanecer callados.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Vi el vídeo, me pareció desolador. Pero ya no me fío de tanto montaje americanacho. El video dura hora y media y casi todo entrevistas. Hay también mucho fomento de psicosis colectiva vendiendo terror para introducir ellos (sistema capitalista), sus reformas. Si han iniciado esas fumigaciones, está claro, sus desequilibrios ambientales para incentivar la venta de sus antídotos (los crímenes de la gran industria farmacéutica), o si es cierto, quieren cargársenos como medio de control de habitabilidad del planeta. Yo me decanto por introducir miedo y reformas, las suyas, claro. Se fuerza a la gente a ser obediente desde la “doctrina del Shock” que escribiese y publicara en su día Naomi Klein. Es la historia no oficial del libre mercado.
En cualquier caso, están ahí, son sustancias perniciosas y hay que desvelar mucha verdad y los fines que persigue.
En momentos de excesivo control de las comunicaciones, del control mediático, del equilibrio de unas economías sobre otras, su saturación, la ineficacia de los sistemas económicos ortodoxos y un largo etc… Porque no es la globalización de un sentir unívoco solo, sino de una globalización tecnológica, de su complejidad y ésta, a quién sirve.
Hola Miguel:
Me parece interesante estar informados, simplemente eso. Seguramente la verdad está en un punto intermedio entre lo que dicen unos y otros. Quién sabe...
Gracias por tu aporte.
Un abrazo grande
Ana
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