domingo, 27 de mayo de 2012

EL DUENDE

*
El duende me miró
desde una calle oscura.
Yo corrí hacia un portal para esconderme.
El vino tras de mí
y me ofreció una copa de licor.
Parecía un brebaje
capaz de convertirme en su muñeca.

Miré sus ojos rojos en la noche
y descubrí su plan.

Deseaba tan sólo mi energía
y su gran sortilegio
podía conseguirlo.

Pero pude escapar hacia mi estrella
y de pronto me vi sobre mi cama,
despertando a la luz de un nuevo día
sin pesadillas raras ni conjuros.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Leticia dijo...

Ana, te invito a mi blog a leer mi crónica de sueños. Coincidimos en el tema desde la distancia, pero siempre cerca al mismo tiempo amiga.
Felicitaciones por tu pesadilla.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Leticia. Es un placer verte de nuevo por aquí.

Un abrazo enorme
Ana