*
En la penumbra guardo
la escarcha de tus besos.
Un animal acecha en las profundidades
y en la cuna del viento
insólitas liturgias de papel
olvidan los presagios.
Iniciamos los versos de la herida
al comienzo de todo.
La belleza de luna,
el rostro del silencio
y el barro de la ausencia
conforman mi cristal de la galaxia.
Siempre pensando en ti,
en la noche callada.
Más allá de la sangre y sus latidos
nuestros cuerpos de mundos invisibles
se unen en visiones compartidas.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario