viernes, 6 de julio de 2012

ENTRE LAS HORAS

*
La noche me recuerda
la extrañeza de todo.

El instinto de niebla
me mira respirando entre las horas.

Un camión a lo lejos
no olvida la esperanza de soñar.

Los motores del mundo
descansan mientras todos duermen fríos.

La calidez de julio
me lleva por las grutas del silencio.

Un rumor adherido a los enigmas
me advierte sin remedio
de la inutilidad de este vacío.

El fuego primigenio
me hace vislumbrar
galaxias sin el pánico.

El número que puebla el universo
es mi aliado seguro,
permuta la tristeza por asombro.

La ecuación de la bruma
sorprende al cuerpo áurico del viento,
en desnudez perfecta.

Albergo en mi interior
el deseo de ser una con todo.

Invisible me mira
en los ojos de arena.

Trasformo
las lágrimas de exilio
en esferas de luz y creación.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Mercedes Ridocci dijo...

He estado paseándome por tu laberinto de lluvia.
Tus poemas "calan" en mi yo poético.

Un beso.
Mercedes.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Mercedes, por venir.

Un abrazo fuerte
Ana