*
Los días pasan desnudos
en el silencio de la tarde.
La llovizna nos columpia
en la transparencia de las cosas.
Todo en mí es una pérdida
que recuerda a los náufragos del Sur.
La belleza del sueño
nos despoja de límites.
Los sonidos del agua
nos sorprenden en barcos de papel.
La bruma nebulosa
nos ahuyenta la luz
y en la sombra dormida yacemos sin palabras.
Un poema bosteza
mientras una visión de terciopelo
aproxima los mundos de la sangre
a las fisuras del numen.
Las noches pasan descalzas
en el bullicio de las calles.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Hola Ana:
En una mezcla heterogénea de nostalgia, quedan inmersos los versos de este poema.
Vengo para saludarte poeta.
Saludos Juan
Gracias, Juan, por venir a mi espacio.
Un saludo
Ana
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