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Resistir hasta que todo sea caos
y los humanos sólo sean unos códigos
por los recortes que son golpes estratégicos
que intentan demorar los cambios cuánticos.
Todo es kafkiano
en esta pesadilla,
donde las cuevas del submundo
subyacen con motivos simulados
en las ciudades negras,
casi desconocidas por nosotros.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Ya somos códigos,creo que desde Kafka para acá.Ël sí que lo tuvo claro desde el principio,sabía que terminaríamos siendo insignificantes insectos.
Un placer Ana.
para pensarlo un rato.
Un placer siempre. Saludos, Nahuel.
Jerónimo, un placer verte por aquí.
Hice un comentario, pero no sé por qué ha desaparecido.
Ana
Nahuel, me encanta verte en mi blog de nuevo.
Besos
Ana
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