*
Languidece el verano
en medio de las calles somnolientas.
Un niño despistado
avanza sin un rumbo por la ciudad desierta.
Las nubes nos avisan
desde su territorio de la sombra.
Laberintos erráticos nos hablan
a través de los sueños de la rosa.
La niebla se diluye sin temor
sobre las plazas blancas de Bilbao.
El tiempo va pasando lentamente
mientras veo en silencio un gatito pequeño abandonado.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Me parece un poema tierno, hermoso, con imágenes realmente bellas. Mi cariño.
Gracias, Julie, por venir.
Un beso grande
Ana
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