domingo, 30 de septiembre de 2012


ANOTACIONES POÉTICAS

*
La belleza del mundo
se hace mía.


*

Para mi soledad es el silencio
y el nido azul que tanto te gustaba.


*

Eres como un relámpago de sueños
y contienes la noche entre tus alas.


Ana Muela Sopeña




MELANCOLÍA

*
En el camino
mariposas de luz.
Melancolía.


Ana Muela Sopeña

LODO

*
El
lodo
frío
a
lo
lejos
un
árbol.
Una
luciérnaga.


Ana Muela Sopeña

JUNGLA

*
La nostalgia de un río de pasiones
me tiene atormentada.

Esa lengua de fuego se resuelve
al tiempo que los túneles de amianto
se diluyen en cúmulos de acero.

Soy la diosa de un reino de palabras
y escribo por las noches
mientras la lluvia suena en la distancia.

Un tren atravesado por las sombras
convierte mi osadía en lodo y piedras.

Un vagón en el pánico de niebla
conduce mi tristeza por raíles
de una estación vacía, abandonada.

Soy la mujer del viento y de la arena
y retomo los códigos del aire,
invisible en las nubes del silencio,
para poder vivir en esta jungla.


Ana Muela Sopeña

sábado, 29 de septiembre de 2012


EL OTRO LADO DEL ESPEJO

*
Remuevo el agua del pasado
entre los límites del tiempo
y lloro en muros escondidos
para ocultarme de los vientos.
Camino en sueños de la luna
con el perfume de los hielos
y abrazo suave las visiones
de las alondras y vencejos.
Me gusta ser en el delirio
ese crepúsculo sin velos,
para enhebrar en la nostalgia
la vida entera en un ensueño.
La danza lúdica de tierra
va entrelazando los recuerdos:
la biblioteca de los árboles
con la lujuria de los besos.
Diluyo en campos de cerezas
los fotogramas del encuentro,
para sentir entre las rosas
el otro lado del espejo.


Ana Muela Sopeña

martes, 25 de septiembre de 2012


TODAS LAS MÁSCARAS

*
Somos todas las máscaras
del miedo
atrapadas en cofres diminutos.

Somos en los espejos el relámpago
que busca en el rumor
un bosque híbrido.

Somos la vida entera
de las algas
y el agua sumergida en lo abisal.

Dentro de cada uno está la sombra
acechando despacio desde un túnel.

Un instante de luz nos hace únicos
aunque frecuentemente somos lodo.

Adherimos la piel a las estrellas
en el umbral de un mundo
de fractales.

Somos en el murmullo el gran secreto
inscrito entre los códigos del alba.

Adoramos a un dios desconocido
que nos programa en zonas invisibles,
para ir abandonando nuestros sueños,

pero el latido cóncavo de Gaia,
que nos convierte en locos aprendices,
nos lleva a deslizarnos por las rampas
del silencio sumido en asteroides.


Ana Muela Sopeña

domingo, 23 de septiembre de 2012


PRESIENTO QUE LA LUZ

*
A veces la mirada
persigue en la penumbra
la belleza de un mundo ya caduco
donde no existe el duelo.

Presiento que la luz es sólo un río
e imagino las sombras de la noche
más allá de la historia enfebrecida.

Me aquieto en la distancia de la luna
y busco interiormente
el aroma escondido
de una palabra suave, sin naufragios.


Ana Muela Sopeña

PRESAGIO Y ALBA

*
La mariposa
en la cuna del viento.
Presagio y alba.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 19 de septiembre de 2012



EL LOBO NEGRO

*
El lobo negro te mira
en el bosque de la luna,
donde las flores sollozan
sobre cavernas oscuras.

Y corres bajo las sombras
escapando de la usura,
para conseguir la luz
domesticada en su gruta.

El lobo negro te habla
en los nidos, con un sutra,
y el silencio te acompaña,
más allá de la bravura.

Y saltas fuera del agua
para escuchar en las dunas
las voces de los que fueron
despojados por las burlas.

El lobo negro te espera
con su pelaje de bruma,
sepultado entre la música,
seducido por un burka.


Ana Muela Sopeña

CUADERNO AZUL DE LA PALABRA

*
Escribo algún poema
en el cuaderno azul de la palabra

y beso las mañanas
a través de los hilos de la sombra.

Restauro las visiones
mientras la lluvia cae tras los cristales.

Un pensamiento-mundo me sorprende
y fisura los arcos de mi cuerpo.

A mi casa no llegan
las noticias,

todo está abandonado en el silencio.

Tan sólo tus palabras
me hacen retornar a los inicios,
cuando todo eran lunas de papel.

Me acuerdo de tu roce
en la nostalgia apátrida.

Escucho los lamentos de la tierra
y las gotas de exilio
mientras el aire envuelve mi guarida.

No olvido tu volcán de medianoche
que regresa del sueño...

El perfume es presagio de las horas
y el suave despertar de un petirrojo.


Ana Muela Sopeña


LAS PALABRAS SE MEZCLAN

*
Las palabras se mezclan y se aman, se separan después entre los tilos. Se configuran y desconfiguran como si tuvieran vida propia. A veces parecen animales, otras piedras o estrellas. En ocasiones no sé si las palabras se vuelven locas. No existen abismos donde las palabras no puedan penetrar. Se ocultan y se muestran. Parecen organismos vivientes.
*
*
Ana Muela Sopeña

domingo, 16 de septiembre de 2012


EN LA IMAGEN DE PIEDRA

*
Me deslizo entre tus brazos
en sábanas de seda
y sueño con amarte al vislumbrar la noche
en la imagen de piedra,
entre los sauces.

A veces tú me hablas
y una rosa protege nuestro espacio
con sus pétalos rojos de visiones.


Ana Muela Sopeña


SONIDOS

*
Los sonidos del mundo nos construyen,
nos deslizan por nubes
donde el canto del mirlo nos enseña
el tono musical
que lleva nuestro centro a la armonía.

Los trinos de los pájaros nos llaman
a un reino dominado por los elfos,
donde todo coincide con la luz
y la piel nos conecta en sincronía.

Los sonidos recuerdan nacimientos
de regalos abiertos a la sangre
y madreselvas ávidas de sombras.


Ana Muela Sopeña

sábado, 15 de septiembre de 2012



AL HOMBRE

*
Al hombre le robaron el sustento
y
no
dijo
nada...

Al hombre le robaron su trabajo
y
no
dijo
nada...

Al hombre le robaron su habitáculo
y
no
dijo
nada...

Al hombre le robaron la palabra,
entonces
se
levantó
y
enfrentó al ladrón...


Ana Muela Sopeña


SOLEDAD

*
La
soledad
me
atrapa
en
su
pozo
sin
fondo.


Ana Muela Sopeña


ME SUSURRAS

*
Bajo
a
tu
sueño
con
mi
piel
de
sibila.

me
susurras.


Ana Muela Sopeña


SOMOS

*
Somos sólo la herida de palabra
que busca el ángulo de la visión,
más allá de caminos despojados
de sombras inconclusas de la noche.

Somos sólo la arena bajo el río,
indagando en las lunas tropicales
con delirios de mundos invisibles
que ayudan a ser agua cristalina.

Somos sólo los ojos de la gente
paseando extraviada por las calles,
para soñar que todo es un teatro
y todo lo que ocurre es de ficción.

Somos ramas ocultas en lo oscuro
con aves esperando que los sueños
inunden nuestra piel de belladona
y descubramos pronto, sin tardar,
que la perversidad es pesadilla
y aún no ha sucedido en esta Tierra.

Somos aún humanos y no zombis,
perseguimos el roce del latido
y la respiración de la ciudad
en nuestros cuerpos ávidos de luz.


Ana Muela Sopeña


INTERROGO

*
Interrogo al espacio sobre el miedo
y sólo escucho el mar
en el sonambulismo de la noche.

Le pregunto a una estrella por la ira
y me adentro en crepúsculos de arena
vislumbrando naufragios de silencio.

Converso con la lluvia
de la tristeza suave del olvido
y me voy por la ruta del pasado.

Contacto con las nubes
en la alegría dúctil de la vida
y el mundo se presenta con su luz.


Ana Muela Sopeña

viernes, 14 de septiembre de 2012



ESTACIÓN VACÍA

*
Los recuerdos de la herida
se diluyen en trenes donde hay niebla
y en la estación vacía ya no hay nadie.


Ana Muela Sopeña


A VECES

*
A veces viajo y busco en la memoria
la belleza de un día sin temor
y me vuelvo celosa del amor
contemplando los bordes de la historia.

A veces me contento con ser fría
en la noche de rosas olvidadas
y descanso en las piedras despojadas
del sentido que esconde el mediodía.

A veces el presagio me incomoda
y sigo mi camino sin pasión
hasta anudar mi piel en otro espacio.

A veces me recreo en una oda
y alimento con luz mi corazón
mientras leo poemas muy despacio.


Ana Muela Sopeña

jueves, 13 de septiembre de 2012

.


Fotografía: Bickel Paul

LA NOCHE

*
La noche sigue su curso.
En el silencio se escuchan
los motores de un camión
que se perdió bajo lunas
adheridas a los sueños.
De ven en cuando se escudan
las palabras en el aire,
se resquebrajan las urnas
en el pabellón del miedo.
La calle inunda de bruma
mi corazón solitario
que persigue la herradura
de la suerte en la visión.


Ana Muela Sopeña

VUELTA A LA ESPIRAL

*
El tiempo nos devora
sin preguntarnos
si queremos viajar hacia adelante.

¿Y si diéramos la vuelta a la espiral?
Seguramente retrocederíamos
en la línea de la historia.

Ahora se colapsan dimensiones
en los vórtices que rozan
los relojes subatómicos del cuántum.

Es el momento de la acción.
Los cronómetros nos llaman...


Ana Muela Sopeña




UNA PALABRA

*
Una palabra
desdibuja la herida,
crea otro mundo.


Ana Muela Sopeña

martes, 11 de septiembre de 2012



EN EL CAMINO

*
A Robert Gurney a propósito de su poemario "El cuarto oscuro y otros poemas"



En el camino
una luna en el lago.
Nenúfares de escarcha.

El frío solitario
habla en la noche de Walpurgis.
Un riachuelo sueña en las horas de invierno.

La dama gris de Luton
se pasea descalza
mientras el tiempo sigue su trayecto,
en la geometría de la sombra.


Ana Muela Sopeña


*****

Nota: La dama gris de Luton es una expresión que aparece en el verso número 24 del poema "La dama gris" (página 14) del poemario "El cuarto oscuro y otros poemas" de Robert Gurney editado por Lord Byron Ediciones.



*****

ON THE ROAD


To Robert Gurney on his book
The Dark Room and Other Poems




On the road
a moon in the lake.
Dew on water lilies frozen.

The cold alone
speaks on Walpurga’s Night.
A brook dreams through the hours of winter.

The grey lady of Luton
is abroad barefoot
whilst time goes on its way,
in the geometry of darkness.


Ana Muela Sopeña
Traducción al inglés: Robert Gurney


Gracias, Bob, por este detalle tan exquisito.



Ana Muela Sopeña

viernes, 7 de septiembre de 2012


ME GUSTA QUE ME LLEVES

*
Me gusta que me lleves en tu álbum,
entre páginas blancas con un duende.


Alimentas mis labios en penumbra,
madreselvas adornan nuestro tótem.
Alambradas de besos en la sombra
se deslizan por bosques de relámpagos.



Ana Muela Sopeña



SOBRE EL SOL DE UN ZIGURAT

*
Te veo sobre el sol de un zigurat
en medio de la luz, sobre una nube.

Adhiero mi piel suave a la belleza
mientras miro el fulgor desde Alnilam
ondeando en la línea de tu fuego.


Ana Muela Sopeña


A VECES YA NO VEMOS LA SALIDA

*
A veces ya no vemos la salida
los túneles avanzan y nosotros
nos mezclamos con todo lo más denso.

La oscuridad nos ata a la desdicha
y nos atrapa el tiempo de la sombra.

De repente una luz nos ilumina
y nos lleva por rutas de lo abierto
hacia los horizontes del espacio.


Ana Muela Sopeña

jueves, 6 de septiembre de 2012



SONIDO OCEÁNICO

*
El sonido oceánico
me llama hacia el crepúsculo en penumbra
mientras contemplo el agua en su quietud.


Ana Muela Sopeña

EL PLANETA SE RASGA

*
La orfandad de la tierra nos acoge
mientras sus fallas tiemblan.
El planeta se rasga cada día:
quiere parir un alma-corazón
desbordado por tanto sufrimiento.
La Madre Tierra habla
y esboza su mensaje en terremotos.
Unos son naturales,
otros son provocados...
Escuchemos el llanto de la noche
en Gaia sideral que ya no canta.
Su resonancia antigua
ya no está.
Nos dicen que ha cambiado.
Escuchamos motores de las fábricas
que intentan simular el sonido del mundo.
Y antenas repartidas
por territorios libres de la ley.
Y también percibimos
estertores de guerra.
Pero la Tierra sigue, en la galaxia,
su viaje a otra dimensión
con 7,83 Herzios de luz
en su frecuencia suave de amor.



Ana Muela Sopeña



TU SOLEDAD DE AGUA

*
Amanece con nubes en la herida,
tu
soledad
de
agua
me
disuelve.

Ausencia por las calles de la luz
en el instinto abierto de las horas.

Te pienso y te imagino
en aceras de esparto.

Delirios de la sombra
siempre que no te encuentro
en la estación desierta.

Soy la mujer que busca tu visión
en el espejo cóncavo del hambre.

Soy la hembra descalza en el arrullo
cada vez que me nombras contra el miedo.

Aguardo cada noche tus mensajes
de palabras desnudas como arena.
Me esperas en el tiempo de la sangre
y destilas los mundos del Aleph.

Somos la creación plasmada en éter
y perseguimos siempre la belleza.

Desde mí la serpiente mira al cielo
donde tú te reflejas...

En ti el cerebro atávico dibuja
mi silueta con sílice de sueños.

Somos respiración de las galaxias
viajando por los campos de lascivia
en la danza ancestral de las edades.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 5 de septiembre de 2012



MEDITACIÓN FUERA DEL TIEMPO

*
La soledad te lleva por fisuras
donde no existe el tiempo ni el espacio.

Las rosas se confunden con las sombras
y en túneles de luz
subyacen las palabras de la herida.

Hay lobos en los bosques
que aúllan a la luna
y esperan quietamente
que vengan en los trenes de la niebla
los hombres cazadores del acecho.

Los soñadores corren por visiones
hacia el cuántum del aire.
Y los acechadores
rememoran despacio cada noche
los códigos del tiempo.

La familia de luz
distribuye sus claves por la Tierra
para que las conciencias aún jóvenes
recuerden sin demora
el plan original de evolución.

La soledad te lleva por grietas escondidas
y por ellas emerges
a las dimensiones de los quarks.

Hay partículas ávidas de cambios.

Subatómicas piensan
que todos los humanos somos Uno,
esperando los códigos numéricos
que abran los archivos de la Diosa.

En Gaia la belleza
aguarda que nosotros
la liberemos pronto de lo denso.

Nuestro espíritu siempre constructor
se halla en mutación fuera de Mátrix.

Nosotros somos dobles
de nuestro clon que vive en plano etérico
en otra dimensión de la experiencia.

Recordamos despacio
frecuencias matemáticas
creadas para el cambio
como el número áureo
o ecuaciones de viajes en el tiempo.

Ahora sólo cabe recordar
para qué fuimos puestos en la Tierra,
más allá de los límites del miedo.

El olvido de fórmulas lumínicas
nos deslizó por campos de la muerte,
pero ahora ya estamos constelados,
para asumir el reto de lo cósmico
y unificar frecuencias interiores
con la galaxia blanca
vinculada a los campos de oración
y a planos invisibles
de la meditación durante el sueño.


Ana Muela Sopeña




MALTRATO

*
HABITACIONES DE SILENCIO

En las habitaciones de silencio
se censuran el llanto y la tristeza
que frenan por el pánico las lágrimas.

Las mujeres de barro
se sinceran
cuando hablan de ellos y sus golpes.
Palizas que subyacen en la noche,
disimulo, mutismo y maquillaje.

Ellas tapan los signos de violencia
protegiendo la piel con lo que encuentran.

Luego, en el cementerio,
ya no hay nada.

Ellas mueren desnudas, sin amparo.
Caen víctimas del macho predador
aún no conformado como hombre.

Ellas mueren sin una protección
que vele por sus vidas, por sus sueños.

A veces se levantan de las fosas
y salen por las calles a gritar,
pero la mayor parte de las horas
detienen sus latidos en un punto
donde sólo una luz puede salvarlas.

Ella somos nosotras como símbolo
muriendo silenciadas por el otro
que busca en nuestra alma
lo sensible,
para atrapar la sombra de lo cóncavo.

La muerte nos persigue sin mirarnos
y nos cubre con velos de vergüenza
cada vez que otra víctima se suma
a la lista de nombres de mujeres
que caen asesinadas en el mundo.


CUARTOS DE MUTISMO

Ellos tragan las lágrimas del miedo,
la soledad del mundo, el darwinismo.

Callan sus decepciones amorosas,
se tiran al vacío del acero.

Ellos son insultados por sus novias,
por sus madres y esposas, por sus hijas.

Intentan recibir respeto y algo
de aprecio en las mañanas especiales.

Su autoestima desciende ya en picado
por lugares sin fuego ni pasión.

Ellos no son mirados como hombres
sólo son Visa Oro, coches, pisos
o la marginación y la pobreza.

Cuando lo pierden todo no son nadie.
Ellas juegan sus cartas y lo saben.
Depredan el intento, se agazapan.

Ellos se van muriendo poco a poco
en los brazos de brujas y de arpías
hasta que un día miran y descubren
que no duermen en camas sino en féretros.


Ana Muela Sopeña

sábado, 1 de septiembre de 2012


POR LA PLAYA

*
Paseo por la playa
donde las caracolas me recuerdan
la brisa del océano.


Ana Muela Sopeña




CARTAS OLVIDADAS

*
Tus cartas olvidadas
son la utopía errante para mí.

En la arena que miro
veo rostros grabados en las piedras.

La historia se convierte
en la megafonía
de una estación perdida entre la bruma.


Ana Muela Sopeña

EL MUNDO SOLITARIO

*
Las palabras no pueden contener
el mundo solitario de la noche.

Los adverbios nos llevan
por las dimensiones de la herida,
hacia los precipicios de la piel.

Estas mañanas suaves
hay ausencias en rastros y presagios
que acechan
en la estación del sueño.


Ana Muela Sopeña