lunes, 29 de octubre de 2012


BAJO LAS NUBES

*
Bajo las nubes
la quietud de los árboles.
Pájaros blancos.
La niebla por la gruta
mientras un niño llora.


Ana Muela Sopeña

SOL DESNUDO

*
Se estremece mi piel
en la arena del sueño
mientras tus labios son mi geografía
y mis ojos te llevan
por abismos de sombras.

Mis pupilas contemplan los tejados
y la luna se torna misteriosa
en el cuerpo del mundo y de la herida.

Mis manos se resisten a perderte
en el umbral que busca la belleza.

Mi vientre se consagra
a un sol desnudo.


Ana Muela Sopeña

NO SÉ ADÓNDE VOY

*
No sé adónde voy en esta tierra.
El instinto del mundo me esclaviza
y rompe interiormente mi esperanza.


Ana Muela Sopeña

domingo, 28 de octubre de 2012


HE LLEGADO A UNA GRUTA

*
He llegado a una gruta
donde la sombra es fría
y todo lo que toco me define
como animal perdido tras la niebla.

Intento reencontrar el universo
mas el umbral me tiene bloqueda
la puerta de salida.

Extraño la belleza de los sueños
y busco en cualquier parte
el agua de los dones.

Una luz me convoca
a hacer la petición
al dios del agua.


Ana Muela Sopeña

HOLA

*
Hasta aquí hemos llegado con el crash
ondeando en el viento del gran miedo
los tesoros de amianto y de cristal
a pesar de los círculos de plata.


Ana Muela Sopeña

EL CORREDOR ANESTESIADO

*
A Víktor Gómez y a Miguel Íñiguez, compañeros poetas de Estación de Acacias



Yo compro ibuprofeno
para soportar las oleadas
de pánico en las calles.

Tú tomas Clamoxyl en unas cápsulas
para que no se extinga
el pequeño contrato de tres meses.

Él compra Voltaren
en mercados del miedo y de la herida.

Ella toma su Valium protector
y mantiene los ojos
cerrados al desastre del Dow Jones.

Nosotros conseguimos en farmacias de guardia
diclofenaco, amor y algo de hielo.

Vosotros no podéis
con esta realidad que nos impone
las medidas austeras
y consumís Prozac
con la bendición de las recetas
que te convierten en robot.

Ellos sólo persiguen en los sueños
el paracetamol para acudir
a su trabajo único y extraño.

Ellas toman las algas
en comprimidos libres,
para abordar el mundo de la anomia
desde la delgadez, hoy tan de moda.

Y los ciborgs atrapan las ciudades
junto a los sicarios económicos,
en cementerios níveos
de un vacío enigmático.

Hay mercados de muerte
bajo la luna cruel codificada.

Los jefes de la tierra
no quieren un genoma en espiral.
Lo que quieren es hombres y mujeres
drogados con la lógica del hambre
y la perversidad de los chantajes.

Las drogas son ya cómplices
de los amos-señores de la tierra
que encuentran en el acto de exprimirnos
el placer de lo atávico reptil.

Y los laboratorios
trabajan para el chivo-explotador
que reside en un índice bursátil
y amenaza sin límites
con desintegrar cualquier obstáculo.

Con las estratagemas de codicia
intentan destrozar la luz del alma,
pero en todos habita
la fuerza de los púlsares y océanos.

Por favor no te enfermes
que tendré que decirte:
"Despedido". Es hora de dormir
en los brazos diabólicos
del temor a perder el gran contrato
que nos mantiene unidos
a la máquina
del Ibex 35 y el Nasdaq.

Propósito escabroso:
debilitar al "Homo" que despierta
con las medicinas del pavor.

Mientras el cuerpo aguanta
el espíritu pacta
con los empresarios traicioneros
que sólo cuentan dólares
y acumulan fortunas
mientras otros se mueren lentamente.

Tómate una pastilla,
no pienses, no padezcas,
continúa adelante
que todo es un teatro.

Aguanta que eres sólo
un número de cédula maestra.
Un dni plagado de tributos,
un pasaporte errante sin hogar,
un indocumentado de la Tierra
que nunca se debió encarnar aquí
osando desafiar
a las leyes de todos los Estados.

¿Dónde habitan las Cartas de Derechos?

¿En qué lugar residen
los Derechos Humanos?

Seguramente en criptas bien selladas
con el lacre de todos los corruptos
que tienen el anillo de poder.

Y una mirada única
nos absuelve de todos los pecados
porque siempre pensamos
que los malos son otros.

¿No es a mí?
Nos preguntamos víctimas del miedo,
así permanecemos bien dormidos
viendo televisión
en el corredor anestesiado.

Me desinformo bien en noticiarios
me desintegro en reinos de concursos
de preguntas, belleza o desafíos,
apago la ansiedad con los spots
donde las marcas son los talismanes
que nos llevan por sendas
de presbicia.

Escucho como un zombi
noticiarios que cuentan lo que quieren
en horarios pensados
para todos los públicos.

Continúan los juegos
que absorben nuestra mente
en cápsulas de tiempo detenido en el tiempo.

Somos esos esclavos de la Mátrix
que sólo nos movemos por impulsos
abandonando en naves de aceite mineral
el hematrocrito de la luz.

Mas de pronto ilumina
la conciencia
una chispa de algo inusitado
la libertad de ser
frente al ogro feroz del cuento de la abuela,
de analizar el cuántum del deseo,
de razonar sin polvo de cenizas,
de contemplar la vida con los ojos
de un espíritu abierto y conector
a través de galaxias conocidas.

Y surfeamos olas transparentes
para resurgir del lodo oscuro
y ascender por tsunamis
que nos despierten pronto del subsueño.


Ana Muela Sopeña

sábado, 27 de octubre de 2012


SOBREVIVIR

*
Atraviesa la luz de la conciencia
en las fuentes divinas de los árboles,
para sobrevivir fuera del tiempo.


Ana Muela Sopeña

DOS RAZAS

*
La luz es una herida
que se transforma pronto en una estrella.

La sombra es un cuchillo
que busca penetrar hipocresías
para despertar el adn.

Hay crepúsculos blancos
que convierten relámpagos en flor.

El alba nos protege
de todos los reptiles de los cofres
que amenazan sin pánico
destruir nuestros códigos maestros.

Dos razas conocidas
coexisten en la Tierra.

El hombre de la herida y de la flor
que partió de la nada desde Adán

y el hombre del cuchillo y la serpiente
que proviene de mundos paralelos
y es anterior a Adán aunque nos pese.


Ana Muela Sopeña

LLUVIA CONDENADA

*
Camino por las calles de la niebla
mientras tú me susurras
bajo lluvia condenada
a la soledad de lo perverso.


Ana Muela Sopeña

LOBO

*
Me miras con tus ojos
de lobo condenado al ostracismo.
En tu sombra mis manos de silencio,
en mi luz tu contorno y mi silueta.


Ana Muela Sopeña

UN COMETA

*
.....Un cometa se acerca en el otoño amado y melancólico. La lluvia nos sorprende mientras unos mendigos de la orfandad de niebla esperan meteoritos desde el cielo. Un gramófono viejo con la canción de las edades. Relámpagos de bruma se divisan de noche, bajo las tejavanas en quietud.


Ana Muela Sopeña

TU MIRADA

*
Tu mirada elevó mi condición
a la de una soñadora.

Todo lo que anhelamos
lo tuvimos en lunas de papel.


Ana Muela Sopeña

BAJO LA VÍA LÁCTEA

*
.....A veces la belleza se oculta entre las calles y la lluvia, otras veces se esconde bajo la Vía Láctea. Lo cierto es que tan sólo competimos por eclipses de luna porque los del gran sol nos tienen cada día en vilo y sin dormir.


Ana Muela Sopeña

METEORITO

*
Un meteorito
en la luz del futuro.
Tus labios en mi cuerpo
y la piel del exilio.
Más allá del cometa:
nuestro presagio azul.


Ana Muela Sopeña

viernes, 26 de octubre de 2012


LUNA DE BRONCE

*
Lago en quietud
bajo el sol del crepúsculo,
luna de bronce.
La luz en la penumbra
en lágrimas de sueño.


Ana Muela Sopeña

MIRADA SOMBRÍA

*
La mirada sombría de la luna
nos acerca al paisaje de los hielos.

Una mujer de escarcha
sobrevive temblando en un teatro,
mientras una patrulla de corruptos
se inventa sus delitos.

La mirada de luz
de nuestra estrella
nos invita a vivir una visión.

El hombre que se oculta
en los pretextos vanos
quiere encarcelar a los que danzan.


Ana Muela Sopeña

lunes, 22 de octubre de 2012


HE DESTERRADO EL MIEDO

*
He desterrado el miedo
de mi vocabulario.

Me rodeo de arañas y de hormigas
en los bosques del sueño.

Soy la sombra del alba
y abrazo a los árboles con manos
de lluvia sumergida en lo real.

Cabalgo por la herida de la sangre
a través de ciudades invisibles.


Ana Muela Sopeña

domingo, 21 de octubre de 2012


MEMORIA DE LA TIERRA

*
A Angye Gaona

 

Una mujer de tierra se hace agua
en la memoria alada de los vientos.

Parece que la luz se hace su cómplice
y desgrana mazorcas de maíz
junto a las piedras ocres de una cueva.

Realiza sus rituales
en un tiempo sin tiempo
consagrado a las diosas de lo fértil.

A veces va sonámbula en la noche,
para sobrevivir al frío atávico.

En la niebla vislumbra entre los árboles
los búhos invisibles del hechizo.

Y conversa con pájaros de sueños
que llevan en sus plumas la esperanza.

Una mujer de fuego danza en vórtices
escondidos en cuásares lejanos,
donde habitan en páginas del éter
personajes de mitos y leyendas.
 
Hay memorias que yacen
en las grutas profundas
y en la ardiente pasión de los volcanes.

Una mujer se mueve en sincronía
en los brazos de Gaia sideral.


Ana Muela Sopeña

MUJERES SIN ROSTRO

*
Mujeres sin rostro
caminan por la tierra de utopía
para resurgir
como sal y esperanza de futuro.

Dibuja sobre ellas unos ojos
para que todos juntos
veamos lo que ocurre en el planeta
y despertemos pronto del letargo.

Mujeres sin rostro
deambulan por ciudades de cemento
para entrar en fisuras de la luz
y nacer a una vida diferente.

Esboza sobre ellas unos labios
para que puedan siempre
expresar sus ideas con palabras
en tormentas tejidas con el viento.

Mujeres sin rostro
se mueven al compás del oleaje,
para saber de penas en las sombra
y gritar al océano
su vacío infinito.

Moldea sobre ellas la nariz
para intuir los pasos
de los depredadores de los sueños.

Mujeres sin rostro
avanzan en la niebla y los presagios
por los mares queridos del ensueño
donde las caracolas
en sigilo se muestran a la brisa.

Traza sobre sus párpados las cejas
para observar el universo sin censura
y ser los dueños de las cifras matemáticas.

Mujeres sin rostro
columpian sus desdichas en imágenes
que atrapan con las manos de la lluvia
en los instantes plenos de las ráfagas,
en relámpagos de tiempo.

Define sobre ellas los tímpanos del humo
para escuchar a Gaia sideral
que solloza en las grutas
mientras estallan bombas
de pruebas nucleares.

Mujeres sin rostro
acogen en su pecho a diez mil hombres
hambrientos de belleza y de justicia,
para ser comadronas del subsueño
en mundos paralelos a esta Tierra.

Genera junto a ellas
la mirada consciente
y luminosa
para abrazar el mundo sin las máscaras

y desterrar hipócritas discursos
de los templos de jade y obsidiana
o los espacios de oradores.

Identidad de agua
en mujeres que de pronto
delinean en las horas sus facciones
lejos del photoshop y los quirófanos,
para ser compañeras de la ruta
de los hombres conscientes, con coraje.


Ana Muela Sopeña

domingo, 14 de octubre de 2012


POR LA LÍNEA

*
.....Camino por la línea que vibra con espejos melancólicos. A mi lado la nieve va cubriéndolo todo con su manto. Respiro en el misterio y escucho los sollozos de las nubes. Un árbol con sus ramas de memoria promete ser el sueño deseado. Las voces olvidadas de los que ya se fueron entre niebla se entremezclan con voces del abismo. Deambulo por el filo de la navaja oculta del instinto y espero que la luz sea mi aliada.


Ana Muela Sopeña

CONVERSACIÓN ESCUCHADA EN UN CAFÉ

*
- Yo no temo a Nibiru
ni a terremotos que nos dejen en la ruina.
Yo temo a los señores de la guerra,
a los equipos de políticos que trazan
los planes financieros del futuro.

- Prefiero apocalipsis y tormentas,
antes que maquiavelos con disfraces
que sonríen a cámaras y dicen
que promueven la paz mientras son ellos
los artífices fríos
de la destrucción y la pobreza.

- A ver si piensan que sus genes
pueden crear bebés sanos y fuertes
en medio de residuos nucleares...


Ana Muela Sopeña

sábado, 13 de octubre de 2012


CÓDIGO ENCRIPTADO

*
Me permito soñar,
encerrada en la cueva,
el código encriptado del exilio.

Soy la mujer de sombra
que vive al otro lado del espejo,
no persigo la fama ni las máscaras
sino la luz oculta en el gran código.

Me atraen las escaleras del ensueño,
el roce delicado de lo onírico,
la belleza noctura de la lluvia.

Hay aceras vacías esperando
el hueco seductor de las ausencias.

Me transformo en estatua
e invoco las palabras de la bruma
para que me defiendan de los miedos.

Me atrevo a buscar siempre en los inicios,
en círculos antiguos, primigenios,
donde los simbolismos de la alquimia
sonríen a los númenes arcaicos
que habitan en las páginas de un libro.

Me adentro en laberintos de matraces,
crisoles y el mercurio de los sabios.

Quiero ser alfabeto de los astros
para entender el mundo
sin disfraces.

Quiero ser las vocales del océano
y también consonantes de las nubes.

Me brindo para ser una semilla
de luz intergaláctica en lo oscuro
y hacer que cada día existan redes
de floración fractal.

Busco la solución bajo los cuásares
para las ecuaciones de la niebla
y despejo la incógnita del pánico
con los números áureos del Aleph.


Ana Muela Sopeña

viernes, 12 de octubre de 2012


ESCONDIDOS EN EL HIELO

*
En el origen
el verbo sumergido en el silencio.

Más allá del Big Bang
el instinto de vida primigenia.

Nuestros ojos antiguos
consagrados a códigos de tierra
embrujados por astros y burbujas
esperando el hogar
de los desposeídos en la niebla.

En el inicio
los nombres escondidos en el hielo,
en cuásares de luz
más allá de los límites de fuego.

Nuestros cuerpos de sueño
atrapados en dígitos numéricos,
en la memoria atávica
que reside en la rosa
sin olvido.

Y un tren abandonado
en la infancia que busca la belleza.


Ana Muela Sopeña

VOZ PROPIA

*
En el bosque consagro mi voz propia
a los árboles dormidos.

Atravieso el umbral de los ensueños
y espero de la luz el rostro cóncavo,
en la música absurda de las cuevas.

Soy aullido de letras y de mundos
mientras el territorio de las sombras
se vacía de espectros minerales.

Cabalgo sobre líneas escondidas
y me oculto en tejados de la luna.
Me deslizo por valles
donde sólo conozco coordenadas
que emergen de la nieve.

Me entrego a las mareas
y beso entre dibujos el intento
que subyace en presagios encriptados.

En un tronco perdido:
los nombres del embrujo sideral
grabados con las flechas del amor.

Me despierto entre lluvia
y preparo las sílabas del mantra.


Ana Muela Sopeña

CALIGRAFÍA DE JADE

*
Caligrafía de jade
en los trazos de la niebla,
mientras un pájaro negro
dibuja un sol de crepúsculo.


Ana Muela Sopeña

ALFABETO DE MIRLOS

*
Rama de árbol
alfabeto de mirlos,
caligrafía.


Ana Muela Sopeña

EL CÁLIZ Y LA ESPADA

*
El cáliz nos pregunta por el hambre
selecciona en nosotros la gran luz
nos invita a soñar entre las nubes
nos lleva por caminos de utopía.

La espada nos responde con las claves
de un darwinismo despiadado
nos encuentra desnudos en la sombra
nos obliga a habitar siempre en los sótanos
nos desplaza por rutas donde no hay esperanza.

El cáliz nos consagra
a la voz de lo humano solidario.

La espada nos convierte
en los depredadores de la sangre,
caníbales que sólo ansían ser
a costa de los otros, siempre más.

Ahora es el momento de elegir:

un mundo sostenible
donde seamos libres y conscientes

o el mundo tecnológico de Orwell
donde seamos sólo los esclavos
que trabajen sumisos
para un élite corrupta y sin escrúpulos.


Ana Muela Sopeña

jueves, 11 de octubre de 2012


ALUMBRANDO LAS CALLES

*
Con la luz te despiertas cada día
agradeciendo al mundo tu destino.
Rezas al universo por la paz,
musitas las plegarias sin heridas.
Entregas tu calor a los océanos,
nadie puede atrapar tu voz en vuelo.

Permites a tus sueños que te dicten,
alumbrando las calles con palabras.
Ríes cada momento de penumbra,
rozas la lluvia suave con tus manos
al tiempo que el embrujo te acompaña.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 10 de octubre de 2012


COMETA

*
Aterriza el cometa de los sueños
en territorio errante.

Mi piel es el embrujo
de la ciudad sin nombre.

Un asteroide choca con mis labios
y un púlsar melancólico se ríe
de mis ojos de cierva.

Contemplo los planetas
en el rostro insalvable de la luz
y una luna carente de secretos
refleja en mis pupilas lo escondido
a través de la sombra de las calles amadas.


Ana Muela Sopeña

AGOTADA

*
Agotada me rindo a la penumbra
y cedo,
sin pronunciar el nombre atávico,
al viento del exilio.

Continúo caminando por la ruta
al tiempo que un gorrión
me mira en sueños.

Atravieso veredas
en el silencio azul de los crepúsculos.

Contemplo la calima de la tarde
y me amparo entre rosas de utopías.

Un girasol perdido me hace señas.

Cansada de dormir a la intemperie
despliego mi vivac sobre la hierba
y aguardo las palabras de la noche.


Ana Muela Sopeña

LA LLUVIA ES EL PRESAGIO

*
La lluvia es el presagio
de la soledad del infinito.

Una mirada única
hace sentir escalofríos en la piel,
mientras el autobús avanza
por las calles de mundos intangibles.

El agua va lavando
la nostalgia sumida en el silencio
y una estación abandonada nos sorprende
con vagones de infancia.

Las plazas nos sonríen
con su belleza atemporal
y los siglos deslizan sus misterios
a través de las sombras de los tristes.

Me introduzco en portales sin temor
y diluyo mi ser en los espejos
antes de que la noche los absorba
con su pánico de niebla.

Un relámpago azul me transfigura
y convierte mi cuerpo en origami,
casi como si fuera un gran secreto
encriptado en los signos de otra década.

Continúo mi ruta
al tiempo que el reloj de alguna iglesia
inunda con su música del alba
la ciudad invisible.


Ana Muela Sopeña

lunes, 8 de octubre de 2012


PARA SENTIR EL FRÍO

*
El vacío te llama
en las noches de otoño
para sentir el frío,
la quimera,
y transformarlos
en una creación inquebrantable.


Ana Muela Sopeña

EN EL COLUMPIO DE LA NOCHE

*
En el silencio,
su voz
suena como castigo inmemorial
que quiere desterrarme de los círculos,
por llegar en el tiempo.

El infinito
transgrede con las sombras el espacio
y me lleva por grutas de cerezas,
para soñar eclipses.

La voz del animal me está inquietando.

Aprendo contención en una cueva
y descubro el presagio de las sílabas
en el columpio de la noche.


Ana Muela Sopeña

SOBRE EL HALO DE UNA ESTRELLA

*
La muerte avanza lentamente
sobre el halo de una estrella
y el hombre
de los ojos de hielo
clava su cuchillo
en la nostalgia del lago.

La vida nace
a la velocidad de la luz
desde el núcleo de la tierra

y una mujer de fuego
se entretiene en su gruta
mientras mira el destello de un relámpago.


Ana Muela Sopeña

sábado, 6 de octubre de 2012


DESTEJEN LA LOCURA

*
Un hombre se pregunta
por la memoria extraña
que le hace retornar a otros  momentos.

Se deslizan sus manos por el vientre
de una mujer desnuda y entregada,

pero eso, ya, era antes.

Ahora su emoción
se ha vuelto invulnerable
como piedra
y todo lo que palpa con sus yemas
es duro como el mármol de un museo.

Una mujer recuerda
la sonrisa del hombre a quien amaba
y el nudo protector de lo invisible.

Ellos, juntos, destejen la locura
cada vez que se miran sin mirarse.


Ana Muela Sopeña

SEÑAL

*
Me susurras despacio las palabras
en el silencio de la tarde.

Suspiro sin prisa
entre memorias escondidas.

Hay historias de besos
en los abrazos sin alba.

Mientras contemplo tu sonrisa
tus manos rozan mis visiones...
Tu cuerpo cae sobre mi cuerpo,
mi piel se adhiere a tu calor.

Dormimos juntos, enlazados,
como si el viento fuera
nuestra señal para soñar...


Ana Muela Sopeña

TUS LABIOS

*
.....Tus labios me recorren en la memoria abierta a los recuerdos y respiras despacio mientras las algas te sumergen en la zona abisal. En la bruma dispersa me imaginas con mis manos de arena, en el crepúsculo. ¿Qué es esta locura que te abraza? Somos invulnerables a lo oscuro. Las calles nos acogen en su pecho mientras las horas caen como la lluvia.


Ana Muela Sopeña

jueves, 4 de octubre de 2012

miércoles, 3 de octubre de 2012


DE OTRA GALAXIA

*
Vengo de otra galaxia
donde el encantamiento
asume que en el mundo
somos papiroflexias invertidas.

Los pétalos me hacen un tatuaje
en el vientre del miedo
y una belleza nítida
manifiesta palabras envolventes
en mitad de los círculos de los desposeídos.

Las claves del inicio
se parecen a nubes de papel
en ausencia de todos los presagios.

Me entretejo con transeúntes
y siento que los nadies
son compañeros de la luz.

Y ahora resulta que la nada
es parecida a zombis que descansan
viendo televisión desde su nido.

Camino por ciudades donde hay sombra
en aceras sumidas en nostalgia.

Me acerco a los umbrales del subsueño
en los supermercados de los títeres,
donde hay primas de riesgo que superan
el pánico del hambre y de la herida.

Yo soy una mujer
que espera del silencio una respuesta.

Vengo en misión de paz
a través de galaxias y de cuásares.

Los círculos del miedo
están desactivados en mi mente.

El don de profecía
me ha sido concedido por la fuerza
en un pequeño bosque.

A veces el instinto de la niebla
no sabe rescatar de los infiernos
lo que emerge
de un cuerpo
en su condenación
a la piel sumergida en simulacros.


Ana Muela Sopeña

ESPEJOS

*
Espejos con caimanes
serpientes adheridas al cristal
cocodrilos sentados en sus cámaras
de nácar, lapislázuli, azurita
y lagartijas ocres y naranjas
que danzan con la música de arpas
y herzios condenados.

Nuestros cuerpos de luz
sienten el viaje
mientras muchos reptiles se despeñan
por los acantilados de la nada.

Las ciudades son nidos
donde hay ratas
que impiden alcanzar el universo.

Roedores con barras
de uranio enriquecido
nos cuentan que el petróleo
se acabará muy pronto.

Pero el dial de la radio
no nos concede el don de profecía.

En medio de las luces laberínticas
vemos los dinosaurios
que buscan en los ojos la respuesta.

Y el ámbito del orden
se hace nítido
y nos volvemos grupos de individuos
con un cerebro áureo,
enredados al punto de destino,
en medio de las luces y las sombras.


Ana Muela Sopeña

INVULNERABLES

*
A veces en tinieblas
hay algo misterioso que te dice
que todo es una farsa
y los sueños del mundo son pretextos
para apretar al débil en el cuello
y silbarle al oído sus derechos
que son cada minuto sólo ráfagas
de mundos invisibles.

A veces ya no hay tiempo,
se avecinan desastres sin remedio
y todo lo que un día fue importante
se diluye en las grutas de la historia.

Somos invulnerables a las lágrimas
somos ese momento, sólo nadies,
pero dentro del alma y del espíritu
residen nuestros códigos de tiempo
en los que están escritos jeroglíficos
y signos avanzando hacia lo libre.


Ana Muela Sopeña

CÍRCULO

*
En el espejo roto
un animal antiguo nos contempla
más allá de los sueños escondidos,
en la noche del sur.

Sobre la luna blanca
el hielo sideral,
en la hermandad de lluvia
entre las lágrimas.

Un cuásar me recuerda al mediodía
y a la belleza de obsidiana
en el círculo atávico del mundo.


Ana Muela Sopeña

LA PALABRA SILENCIO

*
La palabra silencio
se escribe sobre piedras
en los acantilados de la muerte,

es un umbral de mundos insondables,
donde hay metáforas de calles invisibles.

Exorcizo tu pánico
en la sombra que busca mi piel lánguida.

Mi espíritu se abre al mediodía
y transformo tu ser
en vibración.


Ana Muela Sopeña

NIEBLA EN PALABRAS

*
Niebla en palabras
entre calles vacías.
Visión sin horas.


Ana Muela Sopeña


*****

FOG IN WORDS

Fog in words
down empty streets.
Vision without hours.


Ana Muela Sopeña
Traducción al inglés: Robert Gurney