martes, 26 de febrero de 2013


OASIS DE PALABRAS REACTIVADO

*
Hola, amig@s:

He reactivado el blog Oasis de palabras tras un largo tiempo de sueño.

El poema publicado pertenece a Pilar Iglesias de la Torre, poeta española con una poesía muy interesante por entremezclar el lenguaje lírico poético con el lenguaje científico.

Espero que lo sigáis con interés.

http://www.oasisdepalabras.com


Abrazos
Ana

TODO LO QUE DESEO

*
Todo lo que deseo es ser tu piel,
mas tu ausencia conoce mi dolor
que vivo cada día como flor
a la que le han robado ya su miel.

Experimento el mundo de Babel,
escapo de la muerte y del terror
en medio de este pánico y temblor
que escribo cada noche en un papel.

Te extraño como nunca en estos meses,
camino entre la lluvia junto al mar
por diluir deprisa nuestro juego.

Pero después contemplo los cipreses
y siento en mi interior el verbo amar,
retorno a la pasión, me hago de fuego.


Ana Muela Sopeña

CUANDO TODO SE FUNDE CON EL ALBA

*
Cuando todo se funde con el alba
la belleza se inunda de la vida
en medio del camino y de la vía
que trae a los espíritus la calma.

En el mundo del tiempo, las palabras
se ocultan en fisuras de las minas
y reciben del cielo la llovizna
para así equilibrarlas con las brasas.

Los espacios abiertos a la luna
se entretejen con luces de la mente
y se consagran lúdicos al rito.

A veces los susurros en penumbra
son la advertencia extraña de la muerte
que avisa de los cambios con sus hilos.


Ana Muela Sopeña

NIEVE EN EL CREPÚSCULO

*
La nieve en el crepúsculo de arena
presiente que las horas son el lienzo
de la nostalgia apátrida del mundo.


Ana Muela Sopeña

lunes, 25 de febrero de 2013


LA LUNA NOS MIRA

*
La luna nos mira
a través del cristal de la ventana
y nuestras cicatrices
se cierran al compás de los deseos.

Me invitas a tejer la llama ardiente
con tu voz ancestral de las cavernas.

Te seduzco en las noches solitarias
mientras mi piel de hielo se derrite.

Nuestros besos se mueren
en instantes sutiles de lascivia.

Una estrella fugaz bajo las nubes
y tu respiración en el silencio...


Ana Muela Sopeña

ME ENTRETENGO

*
Me entretengo
en el precipicio del mutismo.
Se ven gaviotas.


Ana Muela Sopeña

NÁUFRAGA

*
Una mujer náufraga
me preguntó si debía volver al barco,
pero en el barco no quedaba espacio para ella,
así que guardé silencio.

Ella miró al horizonte
y se fue caminando bajo las nubes.


Ana Muela Sopeña

TE RECUERDO

*
Te recuerdo en las tardes del invierno
de todos estos años tan difíciles.

La quimera de un mundo compartido
nos une en el cristal de la memoria
para irradiar sonrisas archivadas
en los enredos nuestros, tan ocultos,
por las rutas del frío con escarcha
y reinos o fisuras en la niebla.

No olvido musitarte las palabras
con luces sumergidas en la bruma
o hablarte y calibrarte desde el sueño,
para poder el humo diluirlo
en espacios de ondas y sal cuántica.


Ana Muela Sopeña

domingo, 24 de febrero de 2013


INVENTARIO

*
Recuerdo
tus
palabras
perdidas
en
la
niebla,
tu
sonrisa
de
mundos
invisibles
y
tu
mirada.

Necesito
tus abrazos
de fresa y de naranja,
tus besos
adheridos a la luna
y tu lascivia.

Comprendo
la distancia que ahora nos desune,
la imposible tarea de estar fríos
y tu silencio.

Quisiera
que tuviéramos tiempo en el presente
y un cúmulo de horas para amarnos.


Ana Muela Sopeña

METÁFORAS DE SANGRE

*
A Rosa Iglesias

Son tus metáforas
de sangre
y de adobe
la estructura del poema.
Te hacen recobrar el universo
a través de palabras sin heridas.

Tu mundo imaginario
es una cueva
de plegarias desnudas y voraces
que avanzan por la ruta
sin las máscaras
de la lluvia oprimida por el pánico.


Ana Muela Sopeña

HUECO

*
En la soledad encuentro un hueco donde la piel respira tu presencia. Por ahí me deslizo hacia otro mundo y el tiempo se detiene en la infinitud de la añoranza.


Ana Muela Sopeña

AUSENCIA

*
Ahora todo está en la penumbra.
Un pensamiento mundo de grisú
sabe de lo imposible por las noches.
Enciendo una linterna y veo un duende.
No parece real, viaja en vagón.
Con tu rostro recuerdo aquel tictac
integrado en la ruta desde mí.
A veces tú irrumpes en la niebla.


Ana Muela Sopeña

NOSTALGIA

*
Nadie nos ha encontrado en aquel tren,
obsesión del azar en este tiempo.
Se parecen a muertes las ausencias
tan blancas como nubes en su zenit.
A veces la belleza es como el agua:
llovizna seducida en lo abisal
goteando en la niebla, en un zigzag.
Intuición del espacio desde ti,
amor oscuro en túneles de cera.

Decidimos soñar en nuestra red
entretejiendo brumas con almizcle.

Te recuerdo charlando en un argot,
imán de otras palabras para mí.


Ana Muela Sopeña

viernes, 22 de febrero de 2013


LILIA

*
La lluvia te protege del papel,
iniciador del verso, con un sari.
Laberintos soñados de cristal
intuyen la belleza colibrí
al tiempo que resisten la tormenta.

Musitas las plegarias de tu álbum
ondeando banderas en el viento,
renaces cada tarde en alta mar
al caer el crepúsculo del agua.
La luna en la nostalgia, con la sal,
enamora en silencio a una nube.
Sonidos de campanas sumergidas

yacen sobre la cuerda del noray.

Melancólica atrapas a Mirzam,
osando cabalgar el Unicornio.
Recuperas el pulso de un radar
imaginando el mundo desde ti.
 
 
Ana Muela Sopeña

CANCIÓN ESTELAR

*
Alegría
al mirar a Mirzam y ver su luz
en medio de las sombras de la noche.

La belleza de Nunki nos subyuga
al tiempo que la vida es nuestra aliada.

Caleidoscopio abierto en Alpheratz
que nos trae la riqueza
de un eclipse infinito en la distancia.

La dicha de existir junto a Rukbat
nos permite abrazar el universo
en su danza de letras y sonidos.

Ilusiones con Difda y Fomalhaut
en las horas perdidas...

La fantasía plena
de ser los creadores de otro mundo
nos columpia en Antares.

Gracias,
por los milagros de Zaniah
que elevan nuestro ánimo hasta el cielo.

Un halo de misterio nos invita
a mirar en quietud a Unukalhai
y sentir que la bóveda celeste
es nuestra madre antigua y verdadera.

Irradiamos frecuencias estelares
desde nuestro adn
encriptado en sus cuatro nucleótidos.
Altair nos da el regalo de ser únicos
más allá de los códigos de barras.

El juego de ajedrez en nuestras células
y el baile de Alnilam en nuestra piel,
recordando el inicio del Big Bang.

Karaokes en galaxias muy lejanas
nos llevan a escuchar,
fuera del territorio de relojes mecánicos,
la frecuencia de Sirio y de Alioth.

La lluvia sideral es nuestra cómplice,
nos envuelve con polvo de asteroides
y nos hace mirar hacia Nashira.

Musitamos plegarias
en nuestro viaje por el cosmos.
En Arcturus bebemos la frecuencia
del Ser Humano Cósmico, sin máscaras.

Las nubes nos diluyen
en el sonambulismo de la tarde
y convierten el agua de los ríos
en magia de los púlsares
con Spica bailando en el silencio.

Oramos en lo oscuro, sin disfraces,
al contemplar el ojo consagrado
al círculo de Alcíone.

La paz nos aproxima
a las carreteras de la música
y un espacio secreto en Bellatrix
nos ayuda a soñar con los arcángeles.

Deseamos ser guerreros siderales
y ofrecer nuestro cáliz
a nuestra madre Tierra.
Para ello nos fijamos en un vórtice
que lleva Aldebarán en sus salones.

La ruta de los cuásares nos habla
de la necesidad de orientación
y Polaris actúa como brújula.

En Rigel las sibilas nos asombran
con elipses de amianto.

Un techo de cristal
limita nuestros vuelos,
pero Canopus sabe de la herida
y es como un bálsamo del alma
para las cicatrices del amor.

Línea de Vía Láctea en las pupilas,
delirios de pasión sobre la sangre.
Menkar nos acompaña en la penumbra
a través de sollozos y de lágrimas,
para encontrar la puerta de lo libre.

Sobre el lago de la muerte salimos victoriosos
a través de Regulus, su humo blanco perpetuo
en la retina amada del Aleph.


Ana Muela Sopeña

martes, 19 de febrero de 2013


VISIONES DEL AZUL

*
A Leda García Pérez, gran poeta y amiga, felicidades


Sobre la rosa
la belleza de un sueño.
Presagios dulces.

Un pájaro de escarcha en lejanía
me lleva hasta el paisaje de tu infancia
donde el juego y la música
te inundan de visiones del azul.


Ana Muela Sopeña

APÁTRIDAS

*
En tu habitáculo de niebla
visualizas mi imagen
y te dejas llevar
por la melancolía del espejo.

 
Las horas pasan en mi cueva oscura
y una nube de sal se hace mi aliada
al tiempo que tus ojos del océano
me sorprenden mirándome en la noche.
 
 
Cada uno en su espacio
piensa en el otro lleno de recursos,
pero la sombra sabe
que somos náufragos de bruma
perdidos en la playa del crepúsculo.
La nostalgia conoce del exilio
y apátridas buscamos una luz
que nos permita ser dentro del sueño,
más allá de este frío de iceberg
que nos congela el cuerpo atávico.
 
 
Ana Muela Sopeña


lunes, 18 de febrero de 2013


HERMANDAD DE LA NIEBLA

*
Ese desconocido entre la niebla
también soy yo buceando en los espejos,
contra la angustia de estar viva
y de ser vampirizada por el miedo.

Ese varón sin nombre, sólo un número,
es similar a mí,
se desnuda en los cuartos
de otro sueño
y se viste en el círculo del pánico.

Esa desconocida entre la bruma
se parece a mi sombra desgarrada
que baila en los cristales de Saturno.

Esa mujer helada
que huye y se detiene
como en un fotograma de un thriller absoluto
me recuerda a mí misma cuando escapo
de los corredores de la muerte.

Hermandad de la niebla
en el vacío,
como un papel mojado con lluvia de los soles.

Somos desconocidos en el mundo,
pero ahora ya somos conocidos
y nos leemos párrafos enteros
para exorcizar nuestra nostalgia.


Ana Muela Sopeña

REBELDÍA EN LA PENUMBRA

*
A Luisa Pastor


Las palabras diluyen
los silencios dormidos que nos matan
en las rutinas subterráneas.

Tu voz es rebeldía en la penumbra
y gritas lo salvaje
en la edad de la herida
y en el renacimiento de la luz
que brota de la sangre y de la sombra.


Ana Muela Sopeña

PÁJAROS DE AGUA

*
Las palabras son mundos enhebrados
con pájaros de agua
y cestillos de mimbre entre las horas.


Ana Muela Sopeña

domingo, 17 de febrero de 2013


LUZ DESDE LA NIEVE

*
A Leticia Garriga, muchas felicidades


Desde la nieve
una luz transformada se refleja
en los árboles fríos del paisaje.

Y en la distancia
las nubes te acompañan con sus ecos
de belleza tardía.

El humo de una casa
te recuerda las horas del invierno
que columpia los tiempos y los nombres
grabados en tu archivo de memoria.


Ana Muela Sopeña

VOZ

*
Bajo la lluvia
tu sonrisa en las calles.
tu voz de niebla.


Ana Muela Sopeña

ME PRONUNCIAS

*
Sí,
amo
tu piel
consagrada
a la tormenta.
Relámpagos suaves
me avisan del presagio
con susurros de otro mundo
entre las nubes y la bruma.
Cuando piensas en mi nombre
y visualizas algo
de mis ojos negros,
en la distancia
me pronuncias
con lunas.
Sólo
tú.


Ana Muela Sopeña

sábado, 16 de febrero de 2013


FRACTAL DE NIEBLA

*
La ciudad se humedece con la lluvia.

Las calles, con el agua,
celebran su liturgia del invierno.

Y el granizo nos abre al enigma
de una plegaria abandonada
en el desfiladero de lo turbio.

El viento se hace furia
en las ventanas,
los sonidos parecen ser un caos,
en un fractal de niebla.

Un coche en lejanía
atraviesa el lugar y se hace nítido.

Los gorriones se ocultan
bajo los soportales de una iglesia.

La frialdad del mundo encuentra un eco
en estos días grises y sin alma.

Algunas horas se percibe
la violencia exterior en este clima.

El espíritu busca su refugio
en la lectura de un buen libro.


Ana Muela Sopeña

HIBERNO EN LA CABAÑA DE LA MUERTE

*
Hiberno en la cabaña de la muerte
en mitad de tormentas interiores.

La voz del animal me está inquietando
y escucho melodías imposibles
a través de las rocas y los pájaros.

Un crepúsculo rojo me sorprende
con su melancolía en el reflejo.

El frío me amenaza sin hablar,
me despierta de noche y me hace suya
me molesta con gritos y con golpes.

Es como un monstruo azul
que me posee,
se asemeja a un vampiro de inframundo.

Hiberno en los refugios de la vida
aunque pronto seré una crisálida
y luego mariposa de la luz.


Ana Muela Sopeña

lunes, 11 de febrero de 2013


AURORA BOREAL

*
A Angye Gaona
 
La nieve con los árboles sonámbulos
se despierta con luz que mueve al mundo
y un tronco somnoliento
custodia los paisajes de la bruma.
 
Una danza en el cielo
de
colores
verdosos
y
violetas
nos llena del asombro de estar vivos.
 
En la respiración de lo que es
bebemos ese pulso del espacio
que vuelve a conectarnos con el todo.
 
Un torbellino amable
se ve en la lejanía,
en esos horizontes de belleza
que nos recuerdan siempre los milagros.
 
El púrpura y la plata nos subyugan
al tiempo que el reloj frena el latido.
 
Una casa dorada espera el eco
de la música mágica ancestral.
 
 
Ana Muela Sopeña
 
 
*****
 
 
VÍDEO: Aurora Boreal en Noruega. 12 de julio de 2012.

IMÁGENES DEL FRÍO

*
I

En mi casa hace frío
como en mi corazón atado por la espalda
a la nieve de un mundo en decadencia.


II

Hielo en las calles,
la promesa en el agua.
Desolación.


III

Un iceberg de luz, lodo y nostalgia
me persigue en la noche.


IV

Llovizna suave
que moja hasta los huesos.
Bruma en el sol.


V

Abro mi piel de plata
a los instintos
donde un metal de bronce nos espera.
para que nuestros sueños sean lúcidos.


VI

Recomponerse
con la escarcha en los pétalos.
Camino incierto...


Ana Muela Sopeña

domingo, 10 de febrero de 2013


ME IMAGINO QUE TU NOMBRE

*
En el tiempo que viví con tu relámpago
me hice con la luz de un aguacero
y bebí tu licor de la mandrágora.

Ahora, sin reloj, yo me imagino que tu nombre
se hace humo en aceras desnudas.

Y por las tardes, cuando llueve,
me pregunto si tú me presagias
en el ámbar de semáforos o en árboles.

Cuando deambulo por las calles
y el frío me persigue
la estridencia de un pasado con dulzura
va condenándome a la nada.

El espacio de ti se ha vuelto extraño,
no quiero diluirlo
por el temor a ser de piedra.


Ana Muela Sopeña

DOS MUJERES

*
Ella vive la vida sin fisuras,
cada jornada es nítida.
Se arma con la música del tiempo
y cabalga el espacio de la luna.

La otra es un espejo torturado
cada día se esconde de miradas.
Se desprende de sombras con el numen
y repta a territorios de lo oscuro
como si nada fuera ya importante.

Ambas buscan la luz del horizonte.
La primera en los rayos primigenios
de la bondad desnuda y sin doblez.

La otra lleva siempre en la mochila
un sol negro de amianto
que solloza en su gruta por lo ínfimo.


Ana Muela Sopeña

ANIMAL DE SUEÑOS

*
Soy animal de sueños
y en la ausencia percibo
que el agua es el cristal
del signo de la noche melancólica.
Un reloj extraviado se atrasa con los búhos
en medio de la niebla de los bosques
y el sonido inaudible de los cables
me invita en el silencio
al éxtasis vacío de una lágrima.


Ana Muela Sopeña

AUSENCIAS

*
En el tiempo escondido
habitan las ausencias
que un día, en el invierno,
derrumbaron mi tierra.


Ana Muela Sopeña

sábado, 9 de febrero de 2013


BAJO UN ÁRBOL DE PALABRAS

*
Abrázame en la niebla del crepúsculo
mientras un lobo negro nos contempla.
Bésame bajo un árbol de palabras
para que al despertar estemos juntos.
Dame la enciclopedia de la bruma
con tus caricias blancas de papel.
Entrégame alfabetos de galaxias
donde podamos ser, sin ocultarnos.
Concédeme las letras de las nubes
para escribir en ti toda la luz.

Te abrazo en los caminos del deseo
en visiones de mundos intangibles.
Te beso en el vagón de la lujuria
para que nuestro viaje se haga corto.
Te doy abecedarios de planetas
sin sogas ni ataduras y sin jaulas...
Te entrego jeroglíficos de fuego
para que tus delirios sean míos.
Te concedo los tiempos de la aurora
con imágenes suaves de presagios.

Nos abrazamos fuerte sobre arena
a través de los siglos y milenios.
Nos besamos en campos de pronombres
donde los universos son relámpagos.
Nos damos, sin relojes, calendarios
donde los días son sólo una cifra.
Nos entregamos siempre en cada época
el caudal de la tierra y de los cuásares
para sembrar de vida los planetas
y liberar la sangre de satélites.


Ana Muela Sopeña

viernes, 8 de febrero de 2013


PRESA DEL DELIRIO

*
A Mercedes Ridocci, con mi agradecimiento y amistad...


Suena la noche presa del delirio
en esos movimientos desde el vértigo
que a veces, solitaria, te imaginas
en un túnel de amianto y de obsidiana.

Investigas descalza por la ciudad caótica
buscando ya la rosa del subsuelo
para enredar
con nudos
y con sogas
tu corazón de niebla y de presagio.

Apagas la ansiedad con sueños suaves
que te llevan por rutas creadoras.

Y al romper la mañana
escuchas los enigmas de ambos mundos:
el cuerpo derramado desde el mar
y tu alma desnuda, inquebrantable,
cuando tus manos áureas te sorprenden
ante la vibración de la galaxia.

Danzas como la arena en cada átomo
y presientes gaviotas en pretiles
que viajan
a tu lado,
en el silencio.

Tu espíritu de luna se hace nítido
con palabras volcánicas, de fuego,
para esculpir las horas sobre lava
y acompañar la bruma en tu guarida
con la respiración celeste y cálida
de las diosas que saben susurrarte:
Perséfone asustada en su escondite
y la Shakti triunfante
con su néctar.


Ana Muela Sopeña

EN TÚNELES DE BRONCE

*
Se mueven las montañas
como heridas
mientras se balancean nuestros cuerpos
atrapados en túneles de bronce
en la condenación de la locura.

La sangre nos cabalga
en el silencio
y una luna de agua nos avisa
de que el tiempo del sueño
ha sido largo.

Nuestro ojos se llenan del asombro
y partimos a islas excluidas
de los catálogos de viajes oficiales.

Somos del material de las estrellas
y bebemos del sol a cada instante,
por eso nuestra alianza con la luz
nos aleja desnudos de las sombras.

Amamos en vagones del olvido
la música de tanta soledad,
al tiempo que empezamos una ruta
adherida al inicio de las cosas.


Ana Muela Sopeña

jueves, 7 de febrero de 2013


LA INFINITA NOSTALGIA

*
La belleza me atrapa en un cristal
al tiempo que vislumbro la tormenta.

Intuyo la tristeza desde mí.
Nadie puede escapar del frío tren
fantaseando juegos como el golf.
Imagino las horas con un sari,
ningún paisaje virgen en vaivén
irradia la nostalgia desde ti.
Tranvías nos deslizan en confort
al espacio vacío de la nada.

Necesito sentir que soy de un clan
o al menos que la vida aporte algo.
Soy siempre un sibila con preguntas.
Transporto las respuestas sin complot
a las nubes viajeras de tu puerta.
La añoranza es un pájaro abisal
gratificando al mundo, como un tag.
Imanto despedidas con un sí
alado cual gorrión en su guarida.


Ana Muela Sopeña

ALIADA

*
Como
la
lluvia
la
oscuridad
es
siempre
mi
gran
aliada.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 6 de febrero de 2013


HUESOS EN LA NIEBLA

*
En el marasmo
el frío me somete
los huesos en la niebla.

Nostalgia de otro tiempo
en sonidos urbanos.

El granizo golpea los cristales.

Los coches a lo lejos con sus motores roncos
organizan la música de la ciudad caótica.

Una iglesia perdida
con puntuales campanas
nos llama a ser conscientes de la hora.

La lluvia difumina
mis lágrimas de arena
bajo las farolas
que sumergen el miedo entre sus círculos.

Hay gritos de unos niños
que llegan de la escuela
y un camión despistado en un semáforo.

El paisaje tan húmedo me lleva
a diluir mi rostro
en mitad de segundos consagrados
al asombro perpetuo de la vida.


Ana Muela Sopeña

COMO LA LLUVIA

*
Como la lluvia
la tristeza se filtra
hacia el subsuelo.


Ana Muela Sopeña

martes, 5 de febrero de 2013


COMO UN CÁLIZ

*
.....Mi tristeza es como un cáliz que se derrama en el mar mientras tú olvidas nuestro sueño con tus técnicas de olvido. Me gustaría esculpir el rostro de nuestros encuentros o fotografiar los besos que nos dimos en las calles somnolientas de la ciudad sin nombre. Pero tú custodias las ausencias con mi infinita nostalgia. El universo me recorre como una estrella apátrida. Una palabra de un poema te construye despacio y te permite engañar a las galaxias enanas. Mi desnudez no llega a comprender tu alexitimia. Espero que hayas archivado nuestros momentos mágicos. Mas la sombra de nuestras citas planea ya sobre otra realidad y un holograma de recuerdos dormita expectante ante la amenaza de relámpagos de otros minutos compartidos con mujeres exiliadas en sus acorazados mundos de cristal.


Ana Muela Sopeña

lunes, 4 de febrero de 2013


ME PARECISTE UN HUÉRFANO

*
Vi tu rostro trastornado en el espejo.

En medio de transeúntes
me pareciste un huérfano
buscando sus raíces interiores.

Noté tu protección
que saltaba los muros de mi piel
y me sentí mecida
por tu mirada lujuriosa.

Navegué hacia tu risa
y me sumergí en tu mundo sórdido,
donde la magia parecía ser normal.

Exorcicé tu pánico
con mis conjuros de la niebla...

y fuimos en el tiempo viandantes sin futuro
que pactaron con la música del cuerpo
en habitaciones escondidas.


Ana Muela Sopeña

domingo, 3 de febrero de 2013


CUERPOS

*
Ella,
delgada como piel mecida al viento
añora las caderas del Caribe
y el pecho con medidas generosas.

Aquella otra,
más llena con sus curvas de pasión
se tortura con dietas imposibles.
Persigue ser delgada como un palo.

Una busca ser curva cuando es recta.
Otra busca ser recta siendo curva.
Ninguna se conforma con su cuerpo.

La curva se avergüenza
de ser tan generosa con su estirpe,
ansía ser traslúcida
y parecer espíritu de luz en su caverna.
Es la vida nutricia
pero busca ser muerte, algo espectral.
Es la carne y el agua,
pero entiende que el hueso
es más fructífero,
así ya no atraerá a los vampiros.

La línea recta vive acomplejada,
intenta parecer más voluptuosa.
Ansía tener pechos y caderas
y parecer mujer, hembra sexuada,
atraer a caníbales variados,
que le miren los hombres
como si fuera sólo un cuerpo atávico.
Es la mujer perfecta
para el diseñador de alta costura,
pero entiende que el hombre no desea
su cuerpo de papel.

Ella quiere ser alguien,
ser mirada,
no sólo ser la musa de misóginos.
Acude a cirujanos.
Se implanta silicona
en glúteos y en los pechos.
Pone en manos de fríos materiales
su gran feminidad que es sólo un sueño.

Así vamos por ciclos
de la gran delgadez a ser un cíborg
y luego de ser hembra bien dotada
con biotipo perfecto por genética
a ser reencarnación de desnutrida.

Esta búsqueda estéril de un biotipo
de la mujer perfecta e ideal
que satisfaga al mito colectivo
y eleve la autoestima de la víctima,
al tiempo que es el cuerpo del caníbal,
es la forma moderna y silenciosa
de dependencia extrema del contexto.

Las mujeres ya somos un diseño.
No pudieron los siglos
y milenios
dominar nuestra alma que es salvaje,
pero en cambio pudieron los fotógrafos,
el cine y los modistos, los pornógrafos,
dominar nuestro cuerpo
con el número.
Medidas imposibles con el látigo
la tiranía silenciosa de una guerra
que trata a la mujer como ganado
o vientres efectivos para ser
receptáculos buenos para el semen,
para los cromosomas XY.

Y los cuerpos vendidos a ese mito
de la gran perfección dentro de números
caminan como espectros por la vida
y parecen las sílfides de un cómic
atravesando sueños, pesadillas.

O se abren en mesas de quirófanos
para acoger en sí
pechos sintéticos
y glúteos silenciosos
que no existen
y labios bien sensuales
que no sienten
y se cierran discretos
con heridas
que no cierran jamás
porque supuran
la infección colectiva
del desprecio al biotipo
normal de la hembra pura.

Los cuerpos olvidados
que la gran mayoría de mujeres
formadas en países de la tierra
dejan en los armarios del mutismo,
para ser esas otras que demandan
los medios, las modelos y las hordas
de machos anhelantes de arquetipos,
son los cuerpos robados a la vida,
el simbolismo íntimo del rapto
de la feminidad reverenciada,
para ofrecerla con sus logos,
como si de un producto se tratara,
al cuerpo secuestrado del varón.


Ana Muela Sopeña

sábado, 2 de febrero de 2013


BELLEZA DEL FRÍO

*
Camino por la nieve
y escucho en el silencio de la noche
la belleza del frío.

El misterio del hielo
me desliza
por arbustos desnudos.

Una casa a lo lejos
me atrapa con su luz.

El bosque congelado
es el lugar que añoro cuando el mundo
se presenta violento ante mis ojos.

Respiro en la cabaña de los sueños
y contemplo las llamas
de la chimenea.

El temblor del vacío
se apacigua con ruidos
secuestrados a espacios invisibles.

Deambulo por la ruta
que imanta despedidas en árboles de escarcha.


Ana Muela Sopeña

PÁJARO DE ESCARCHA

*
Un pájaro de escarcha
sobre la rama inmóvil me contempla
y me dicta palabras
para entender la soledad en el subsueño.

Tiene que ver el frío
con una hibernación en mi aislamiento
y todas las salidas interiores
se han bloqueado por el hielo.

Un momento extraviado de deseo
es como hallar un ticket de ida y vuelta
para viajar en tren
y volver a tu destino.

Si la pasión se muere
los caminos se bifurcan:
la rutina terrible que mutila
o la muerte absoluta,
tan propiciatoria para el mito.


Ana Muela Sopeña

NIEVE

*
La nieve me sorprende mientras miro
con nostalgia por túneles de acero
tus pasos olvidados en la niebla.


Ana Muela Sopeña

EN SUBURBIOS DORMIDOS

*
Camino por aceras invisibles
donde nadie me mira
y me desnudo en tardes con la lluvia,
para tirar el peso de mi sombra
por las alcantarillas de la niebla,
en suburbios dormidos.

Me entrego a las historias
como mitos urbanos, colectivos,
que transforman en mí toda la luz.

Y cuando el hombre que custodia la ciudad
enciende las farolas
recuerdo tu sonrisa
presidiendo las plazas, los portales...


Ana Muela Sopeña