*
La belleza me atrapa en un cristal
al tiempo que vislumbro la tormenta.
Intuyo la tristeza desde mí.
Nadie puede escapar del frío tren
fantaseando juegos como el golf.
Imagino las horas con un sari,
ningún paisaje virgen en vaivén
irradia la nostalgia desde ti.
Tranvías nos deslizan en confort
al espacio vacío de la nada.
Necesito sentir que soy de un clan
o al menos que la vida aporte algo.
Soy siempre un sibila con preguntas.
Transporto las respuestas sin complot
a las nubes viajeras de tu puerta.
La añoranza es un pájaro abisal
gratificando al mundo, como un tag.
Imanto despedidas con un sí
alado cual gorrión en su guarida.
Ana Muela Sopeña
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6 comentarios:
Interesante, excelente trabajo acróstico... Felicitaciones. Me ha encantado.
Estamos en el lugar que la vida nos permite. A veces lo buscamos, otras, casi todas, nos colocan en él y, mientras tanto, vamos anexionando sueños con realidades, pasado con presente dejando pasar la vida.
Excelenrte poema, amiga Ana
Un abrazo
Fina
Perfecto y bello ejercicio poético, Ana.
Dos besos.
Gracias, Julie, por tus palabras.
Un abrazo fuerte
Ana
Fina, es una alegría que te haya gustado.
Un beso enorme
Ana
Soco, siempre es un placer verte por aquí.
Un abrazo
Ana
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