*
En el tiempo que viví con tu relámpago
me hice con la luz de un aguacero
y bebí tu licor de la mandrágora.
Ahora, sin reloj, yo me imagino que tu nombre
se hace humo en aceras desnudas.
Y por las tardes, cuando llueve,
me pregunto si tú me presagias
en el ámbar de semáforos o en árboles.
Cuando deambulo por las calles
y el frío me persigue
la estridencia de un pasado con dulzura
va condenándome a la nada.
El espacio de ti se ha vuelto extraño,
no quiero diluirlo
por el temor a ser de piedra.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Una belleza , mi querida Ana...
Qué capacidad tremenda de comunicar con imágenes. ¡¡Me ha fascinado¡¡
Un abrazo de los grandes grandes
Precioso....
Rosa
Rosa:
Gracias, amiga, me alegra que te guste...
Un abrazo enorme, amiga
Ana
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