*
Cuando camino de noche
te recuerdo entre la brisa
y tu imagen con sonrisa
aparece tras un coche.
No me olvido de tu broche
bajo la lluvia tan fría,
mientras avanzo en la vía
para soñar con estrellas
y huir de nuestras querellas
cultivando la armonía.
Después llega la mañana
y una visión clandestina
se oculta en alguna esquina
envuelta en capa de lana.
Y mi corazón te sana
de la soledad del mundo
y del hueco vagabundo
atropellado en la senda
de un sueño loco y con venda
de un delirante errabundo.
Mas la sombra de la tarde
nos protege del vacío
con niños y griterío
y con el fuego que arde.
Y poco a poco tu alarde
se va tornando de arena
por la herida que no drena.
Luego el dolor del naufragio
se parece a aquel presagio
que inunda todo en la pena.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Me gustan tus poemas, tu blog es hermoso, felicidades. Xtina.
Muchas gracias, Xtina, por venir y leerme.
Un abrazo
Ana
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