*
La noche sabe mucho de orfandad
en esos edificios en silencio
que se ven bajo el círculo de luna.
Un hombre solitario...
a lo lejos
con lluvia y con neblina.
Respiro como nunca en la distancia
mientras mi piel se confunde con el aire.
La noche sabe siempre ser aliada
de esta soledad fría y voraz.
Ana Muela Sopeña
miércoles, 16 de octubre de 2013
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4 comentarios:
Te leo, sobran los comentarios, porque tu ya lo dices todo.
Saluidos
Gracias por venir.
Besos
Ana
La noche siempre habla con el lenguaje de la soledad, algo tiene que van de la mano...
Un abrazo Ana.
Gracias, Taty, por venir...
Un beso
Ana
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