sábado, 9 de noviembre de 2013

EL VIENTRE DE LA BESTIA

*
I
EL NARCÓTICO DE LA BESTIA

Nuestro sueño es dormir en el vientre de la bestia
mientras la indiferencia
anestesia memorias saturadas
de spots publicitarios.

El mundo avanza rápido
hacia la destrucción.
En mitad de una violencia inusitada
las guerras de la Tierra
están negando a nuestros niños el futuro.

Los dioses y diablos
siempre nos engañan
con grandiosas recompensas
y la televisión
nos convierte en robots de una película
de ciencia ficción de serie B.

Los fármacos nos hacen insensibles
a emociones que emanan de la herida
y olvidamos
cómo distinguir la empatía
de la depredación
con las adicciones que nos drogan
transformándonos en zombis.

Sonámbulos los párpados descansan
en la luz y en la sombra de la ley.

Los cronómetros suenan impacientes.


II
VÉRTIGO

Vivíamos sumidos en la nada
respirando el latido
del pánico a expresar
el vértigo de Dios o de la luz.

Pensábamos que ellos eran fuertes
pero jamás lo fueron
necesitaban nuestra hormona más preciada
la mezcla de la esencia más antigua:
Adrenalina y néctar.

Pasábamos las horas
en espiral de pesadillas
con tiempos venideros sin salida,
con destrucción en masa
en un apocalipsis de silencio.

Parecía que el futuro
conllevaría muerte o extinción.

Pero lo cierto era
que ya había sucedido
el apocalipsis de mutismo
en el País del Sol Naciente.

Los venenos tomaban de nosotros
la última esperanza y sombra del pasado.

Vivíamos sumidos en el sueño
expulsando hacia el centro de la Tierra
el coraje de vivir sin opresión
y todo comenzó a concatenarse
al descubrir el código secreto
cifrado en las heridas de la historia.

Los relojes de agua
sonaban en la noche...


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

genetticca dijo...

Ana; es bueno ,es casi una receta escribir desde el alma destrozos tan grandes y apodarlos poesía, es bueno para la vida y sus moradores.


Me ha encantado

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Genetticca, por estas palabras que me brindas.

Besos
Ana